Por: Leovigildo González
La dirigencia de Morena en Michoacán es una plataforma política que hoy es muy importante debido a que es el partido en el poder, aunado a que tiene alta rentabilidad electoral.
Son muchos intereses que hay detrás de estar al frente de ese instituto político, y aunque niegan que se han «perredizado» lo real es que ya se han conformado grupos a su interior.
Juan Pablo Celis, actual líder morenista, llegó después de que el grupo del Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, mostró músculo al ganar la mayoría de consejeros, pero al aceptar ser diputado pluri, prácticamente quiso dejar la dirigencia.
Estar en ambos puestos, sería incongruente, «Lo más importante para nuestro movimiento no son los cargos, sino la lucha por el proyecto de transformación nacional”, así lo dijo Mario Delgado, ex líder nacional del partido guinda, pero parece que han sido palabras al viento.
Aunque a Morena le fue bien en el pasado proceso electoral, lo cierto, es que hay un desgaste muy marcado con la actual dirigencia estatal, las pugnas visibles y acciones sectarias, son la constante, justo cuando deben buscar unidad al interior.
Hemos visto como se acabó el Partido de la Revolución Democrática (PRD), justo, porque se convirtió en un instrumento de sectarismo, que finalmente provocó su destrucción, eso podría pasar en Morena, así que los cambios a veces no solo son necesarios, también urgentes.
Pero en el proyecto de partido, Celis solo ha sido un instrumento del Gobierno para los fines políticos de Bedolla, aumentar las pugnas con Alfonso y al interior con el grupo de Raúl Morón, algo que evidentemente también lo ha desgastado.
Así que un perfil conciliador, es muy urgente en Morena, el trabajo de Celis ha culminado y ahora debería enfocarse en el Congreso de Michoacan para preparar el cierre de Gobierno de Bedolla, porque como hemos visto, ha mostrado lealtad absoluta al mandatario estatal.
Aunque el actual dirigente Morenista busca defender al Gobernador, son «llamadas a misa», porque no hay trascendencia más allá de sus ruedas de prensa, que poco o nada, marcan en la conversación política.
PD. Celis debe limar asperezas con Juan Carlos Barragán, uno de los morenistas que han mostrado resultados en Morelia, la altura de miras, debe siempre prevalecer.