Por: Leovigildo González
En política a veces ser disidente, genera mucho más impacto que alinearse al poder y ser comparsa del mismo, tal parece que Guillermo Valencia, líder en Michoacán del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha entendido a cabalidad su papel en el Congreso del Estado.
Valencia, fue el único legislador que alzó la voz en el Tercer Informe de Alfredo Ramírez Bedolla, Gobernador de Michoacán, le hizo ver los errores de su administración en materia de seguridad que tanto afecta a las miles de familias en el estado.
Con un PAN que en el Poder Legislativo parece no sostenerse como oposición, el líder del PRI se encumbra como la única opción para quienes no ven en Morena y aliados la solución a los problemas que aquejan a Michoacán.
Valencia no es ningún neófito, en su segundo paso en el Congreso del Estado muestra madurez, y sabe perfectamente que de hacer un buen trabajo su imagen seguirá como un referente de disidencia a un grado que puede ser aplaudido hasta por morenistas como sucedió en el informe del mandatario estatal.
El electorado cada vez está más informado, y lo que ha realizado el PRD, sencillamente es algo que se les guardará en la historia, no puedes jugar en un lado y al perder cambiarte, es lógica simple, el PRI por el contrario ha aguantado los embates del poder, desde el Gobierno de AMLO.
En la pasada aprobación de la Reforma Judicial, el PRI fue el único partido de oposición que se mantuvo firme, y todo indica que en Michoacán se seguirá con ese ejemplo, desde la voz de Guillermo Valencia.
Son pocos perfiles en la oposición que buscan posicionarse para el 2027, sin dudarlo, Guillermo Valencia, será uno de los que hay que darle seguimiento.