Hacen su tarea el auditor compadre del gobernador y diputados.

LIBRE EXPRESIÓN…

Por: Carlos Alberto Monge Montaño.

“La corrupción y la hipocresía no deberían ser productos inevitables de la democracia, como sin duda lo son hoy”. Mahatma Gandhi (1869–1948) Pacifista, pensador, abogado y político indio.

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla puede manejar a su libre antojo el erario; ante algún error o abuso tiene a su compadre Marco Antonio Bravo Pantoja como auditor Superior interino y a una oposición legislativa, que inicialmente fue mayoría, incapaz de hacer algún cuestionamiento.

La cuenta pública de la entidad correspondiente al 2022, primer año de la administración que encabeza Ramírez Bedolla, fue aprobada sin que le dieran lectura completa al dictamen en el pleno legislativo.

Rápido, sin argumentaciones, sin señalamientos, sin manifestación de alguna duda y con la presencia de 25 de 40 diputados, este miércoles 20 de marzo aprobaron por unanimidad la referida Cuenta Pública.

Desde el lamentable gobierno de Leonel Godoy Rangel, cuando la entonces legislatura local reprobó una cuenta pública, los diputados locales se habían mantenido al margen de aprobarlas o reprobarlas y simplemente las señalaban como “fiscalizadas”.

Esta vez y con el evidente control que tiene el actual mandatario en la 75 legislatura y la Auditoría Superior, los diputados se atrevieron a usar nuevamente la categoría de “aprobada”. 

No tuvieron dudas, de manera sorprendente, decidieron aprobarla pese a que el compadre de Ramírez Bedolla hizo 511 observaciones financieras y de obra, 113 recomendaciones y 3 promociones de comprobación fiscal, aunque sin mayor trascendencia.

Nada de eso inquietó a la presunta oposición legislativa integrada por panistas, tricolores y perredistas. En medio de la polarización que vive el país y la disputa electoral, la vigilancia del dinero público y el uso que le da el gobierno estatal, resultó intrascendente.

Era de esperarse que quienes integran la bancada oficial con Morena, PT y PVEM trataran de tramitar la Cuenta Pública del 2022 de Ramírez Bedolla antes de irse a las campañas proselitistas, por pésimo que resulte, se entiende que así sea ante el pragmatismo y la defensa de lo indefendible que manejan en política los que juegan de un mismo lado.

Pese a las quejas en voz baja de alcaldes que presumen un uso indebido del FORTAPAZ porque les condicionan el apoyo, les venden las patrullas, uniformes y resto de equipos más caro de lo que ellos cotizan, pese a que el gobierno estatal hace compras mayoritarias, por citar un ejemplo.

Extrañamente tampoco tienen dudas en los dineros gastados en la obra pública, pese a la gigantesca sospecha de corrupción en los distribuidores viales de Morelia, donde participaron los gobiernos de Silvano Aureoles y Alfredo Ramírez.

Los legisladores del oficialismo y el auditor compadre hicieron su chamba. Así que Ramírez Bedolla goza de lo que tanto criticó, tiene quien tape los hoyos y suavice las auditorias, así como quien las apruebe sin sobresalto alguno, sin oposición.

Un reto que le queda es que la conformación de la 76 legislatura quede similar a la actual, con oposición endeble, con diputados panistas que sigan levantando el dedo cada que se los pida o compre Ramírez Bedolla, como hicieron para el auditor compadre y lo denunciaron las dirigencias estatales del PAN y PRI.

Otro reto, es impedir que la próxima legislatura y en especial la bancada oficial quede en manos de Raúl Morón, quien con su equipo, seguramente se constituiría como el máximo opositor del actual gobernador.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.

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