LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Cuando asumimos la ilegalidad como primera opción ante las responsabilidades cotidianas -individuales o colectivas- socavamos las bases de la democracia”. Francisco Domínguez Brito (1965 -) Abogado y político dominicano.
La intromisión de los gobiernos en los procesos electorales es una lamentable realidad en México, en la que se invierten indebidamente muchos millones de pesos del dinero público y que prevalece independientemente del color partidista que se encuentre en el poder.
En antaño, había una preocupación de los gobernantes por ocultar su intromisión tanto en los comicios como en las decisiones de su partido para apoyar a sus cercanos, pero eso ha cambiado, actualmente y con singular cinismo, hasta lo presumen y en el mejor de los casos, intentan defenderlo con una verborrea que ni ellos mismos se creen.
El pasado 5 de febrero varios suspirantes y precandidatos a cargos de elección por Morena, difundieron en sus redes sociales una fotografía acompañados del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla y el secretario de Gobierno, Elías Ibarra Torres, así como del dirigente del partido guinda en el estado, Juan Pablo Celis.
Se trató de una reunión que, además, incluyó alimentos y bebidas, evidentemente pagados con dinero público.
Pese a defender que “no son iguales” a los del pasado y asegurar que la reunión no tenía tintes electorales ni fue indebida, Ramírez Bedolla fue desmentido. Dos de los asistentes a la reunión argumentaron motivos diferentes de la misma y dieron más elementos para sospechar de abusos y hasta posibles delitos.
A continuación, las declaraciones.
Alfredo Ramírez Bedolla defendió la reunión señalando que:
- “No, no era electoral, yo recibí a la dirigencia de Morena, como recibo a otras dirigencias que piden hablar conmigo”. Reportera: “Pero estaban aspirantes y los precandidatos Morón, Celeste.” Gobernador: “Recibo a todos los que deseen intercambiar puntos de vista, opinión con el Ejecutivo, es mi responsabilidad mantener el diálogo con todos”.
- “Nosotros no somos iguales, no se confundan. Pero sí debo mantener el diálogo, lo vuelvo a repetir, ahí he recibido a la dirigencia del PRI, a la dirigencia del PRD, a sus presidentes municipales”.
Juan Carlos Barragán Vélez, diputado local de Morena y aspirante a candidato a la presidencia municipal de Morelia señaló como motivo de la reunión:
- “La instalación de la Mesa Política, se conformó una mesa técnica para revisar los municipios donde no hay coalición con PT y partido Verde, solamente hay coalición en 60 municipios, es decir, tenemos 52 municipios que tendrán que ir a candidatura común, entonces en esa mesa se va a valorar qué municipio mandamos a encuesta y en cuáles podemos construir los consensos para lograr la unidad e ir todos juntos”.
- “No, no es correcto, lo más correcto es hacerlo en el partido, en las instalaciones del partido, ahí es nuestra casa, pero nosotros atendimos a una invitación y acudimos a esa invitación de nuestro gobernador”.
- Y contradictoriamente aseguró que, Ramírez Bedolla no incurre en “irresponsabilidad”, ya que se desarrolló fuera de la jornada laboral “en la tarde noche”.
Roberto Pantoja Arzola, delegado de la Secretaría del Bienestar, empeoró el argumento de Ramírez Bedolla al señalar que:
- “Fue una evaluación del trabajo coordinado entre el gobierno de México y el gobierno de Michoacán, obviamente se invitaron a varios actores, y tiene que ver con eso, un balance de estos casi 2 años y medio del gobernador. No es por justificar, pero esto lo hacen todos ahora y lo vamos a seguir haciendo”.
Los hechos y las contradicciones en los argumentos deberían obligar a una investigación de los órganos electorales y cuando menos a un pataleo de los partidos de oposición para provocar la rendición de cuentas, pero hasta el momento, parece no importarles evitar una elección de Estado.
Es claro que se trató de una reunión electorera donde preponderantemente participaron candidatos y aspirantes a cargos de elección popular, que se usaron infraestructura y recursos públicos, y que podrían configurarse delitos.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.