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Por: Horacio Erik Avilés Martínez
Radical es la más reciente película de Christopher Zalla, quien asumió el papel de guionista y director a la vez. La cita está basada en hechos reales, respecto a un pasaje de la vida de Paloma Marlene Noyola Martínez, estudiante de primaria y su maestro, Sergio Iván Juárez Correa -caracterizado por Eugenio Derbez-, quienes en tan solo un ciclo escolar lograron resultados académicos extraordinarios en un contexto socioeconómico particularmente desfavorable de una comunidad del municipio de Matamoros, Tamaulipas. La manera de determinarse el logro educativo fue mediante la aplicación de la prueba ENLACE 2011, donde Paloma obtuvo el primer lugar nacional en matemáticas.
El resultado fue destacado por la revista Wired, en donde fue comparada con Steve Jobs, lo cual la visibilizó, le permitió recibir algunos apoyos económicos y a la fecha continúa sus estudios en educación superior, a contracorriente de los indicadores de abandono escolar que podrían anticiparse entre niñas y jóvenes de su comunidad.
¿Acaso solamente los estudiantes que obtienen altas notas merecen apoyos socioeducativos para poder continuar ejerciendo sus derechos a estar, aprender y participar en la escuela, culminando trayectorias educativas completas?
En la película, como en la vida real, tanto Paloma, el maestro Sergio, la comunidad escolar sus familias y vecinos están inmersos en la dinámica de la miseria, de la desigualdad, del abandono escolar, de la infraestructura abandonada, de la falta de equipamiento escolar y de conectividad a Internet; todo lo anterior agravado por un generalizado clima de violencia, con la desesperante presencia fallida de la fuerza policial y un fuerte control territorial en manos de la delincuencia organizada.
En paralelo a la historia de superación y logro educativo, resulta innegable que el paisaje de la película entera es una radiografía de la iniquidad en las cuales en cruenta marea se agitan sus causales y consecuencias. Los padres de familia también aparecen a escena, para retratar el sufrimiento, los dilemas, la ignorancia y todas las dificultades que viven para hacer valer los derechos de sus hijos, muchas veces sin lograrla.
Claramente, la intención del filme es propiciar el cambio social, más que ingresar a las entrañas de los orígenes de los males sociales, aunque logran transmitir una fiel imagen del contexto en el cual se sobrevive en la periferia de Matamoros, Tamaulipas.
Al reflejar las limitaciones estructurales y culturales de la realidad social en la cual vivían en ese momento Paloma, sus compañeros y la comunidad entera, hay una provocación intrínseca a la reflexión profunda. Así también, abre la puerta para sensibilizarse y generar un llamado a la acción respecto a la dantesca realidad que viven millones de mexicanos sumidos en la pobreza extrema, a cuyas familias les toma hasta 14 generaciones cambiar de clase social, como lo han mostrado hallazgos de estudios sobre movilidad social que ha realizado el Centro de Estudios Espinosa-Yglesias en nuestro país, además de instituciones como el INEGI y el CONEVAL, las cuales con sus informes exhiben la situación imperante al respecto.
Precisamente, está demostrado que la principal manera de mejorar el nivel de vida de las personas es a través del sistema educativo, el cual está identificado como el factor más influyente en la movilidad social en nuestra nación, ya que le corresponde garantizar los derechos a estar, a aprender y participar en las escuelas a las niñas, niños y jóvenes, permitiéndoles desarrollar competencias, saberes, actitudes y fortalezas que les permitan desenvolverse hasta llegar a ser la mejor versión posibles de sí mismos. Empero, si la escuela pública se encuentra en una situación de abandono histórico, con mobiliario en mal estado u obsoleto para los requerimientos actuales. Escuelas y aulas que parecen bodegas, almacenes o prisiones ya no deben de seguir operando así. Requieren inversión y adecuación para convertirse en las instalaciones que posibiliten el cambio social a través de la mejora integral en la calidad de vida de cada generación de estudiantes.
Sin embargo, no bastan las instalaciones. La inmensa dificultad de superar el contexto para estudiantes, docentes y sus familias implica generar condiciones de arropamiento socioeconómico, socioemocional y de aprendizajes para todos los sujetos de derechos. Debe superarse la brecha que se acrecentó después de la pandemia en cuanto a diseñar e implementar estrategias para la recuperación y construcción de aprendizajes, habilidades, desarrollo personal, emocional y social.
Asi también, todo maestro que quiera potenciar la forma de aprender de los estudiantes bajo su liderazgo debe de contar con las mejores condiciones en equipamiento, conectividad, instalaciones, formación continua y actualización, para poder adaptar los planes y programas al contexto y necesidades específicas de su comunidad escolar, permitiendo que la apropiación de los contenidos y el aprendizaje sucedan.
El contexto debe dejar de ser pretexto para los políticos y funcionarios. Generar programas de apoyo socioeducativo es posible y debe ser una alta prioridad para este periodo de cambio que se vive en México.
En Mexicanos Primero consideramos que el ideal educativo por alcanzarse es que todas las niñas, niños y jóvenes estén, aprendan y participen en las escuelas, sin excepción alguna y en las mejores condiciones posibles. Estamos a tiempo de transformar el mañana.
Sus comentarios son bienvenidos en eaviles@mexicanosprimero.org y en Twitter en @Erik_Aviles
*Doctor en ciencias del desarrollo regional y director fundador de Mexicanos Primero capítulo Michoacán, A.C.