LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir”. Francisco de Quevedo (1580 – 1645) Escritor español.
En su visita a Michoacán el pasado viernes 27 de febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador comprometió que se ampliará a cuatro carriles el tramo de la actual Carretera de la Muerte de Uruapan a Lázaro Cárdenas, que suman más de 230 kilómetros, y destacó que ya giró instrucciones a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que se autorice.
Con la novedad que su promesa la tendrá que cumplir la empresa Promotora y Operadora de Infraestructura (PINFRA), que, además, debe intentar tenerla lista en septiembre de 2024.
Sin duda, se trata de un compromiso importante, pero no se pueden echar las campanas al vuelo, es otra promesa del inquilino de Palacio Nacional con los michoacanos, cuando no ha podido cumplir la que hizo en abril de 2019 de federalizar la nómina educativa de la entidad, con el agravante, de que ahora ni siquiera depende de él.
Vamos por partes. La nueva promesa no contó con más detalles, López Obrador no habló del recurso que se debe invertir, ni de lo que debería poner PINFRA que mantiene la concesión, ni informó si ya está liberado el derecho de vía. Nada, sólo la promesa.
Días después, el pasado lunes 30 de enero, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla informó que la inversión sería entre 7 mil y 9 mil millones de pesos, de ese tamaño la ambigüedad.
También argumentó que no hay intención de retirarle la concesión a PINFRA, pese a los evidentes incumplimientos para ampliar la mal llamada autopista y la lentitud para arreglar desperfectos como el del tramo de 160 metros que colapsó en mayo de 2021 y que no han terminado de reparar, porque más vale “un mal acuerdo que un buen juicio” que podría durar unos 10 años.
Ramírez Bedolla aclaró, además, que no puede decir cuándo podría estar lista, debe esperar a que inicie y entonces tendrá una proyección. Recordó que la actual y así como está, de un solo carril ida y vuelta con acotamientos, se tardó más de una década. Esta vez no quiso comprometerse a la par de López Obrador, tiene claro que ya lo ha hecho quedar mal y optó por ser mesurado. Antes, confió en que la “Federalización de la Nómina Magisterial” sería una realidad y se atrevió a asegurar que quedaría lista en los primeros 6 meses de su gobierno. Le quedó mal su gurú y ahora, evidentemente, tomó distancia.
Luego, este miércoles 1 de febrero, Ramírez Bedolla soltó otro dato, resulta que la inversión de 7 mil a 9 mil millones de pesos la pondrá PINFRA y que posiblemente el próximo lunes se definirá el monto preciso de la inversión que se requiere.
Pequeño detalle que se le pasó mencionar a López Obrador, incapaz también de mencionar las deficiencias e incumplimientos de la concesionaria.
Así que, todavía está pendiente una presentación pública y detallada, como debe ser, como la hacen los gobiernos profesionales, de la posible ampliación a cuatro carriles de la Carretera de la Muerte en su tramo Uruapan – Lázaro Cárdenas, que aclare entre otras cosas, si ya se tiene el derecho de vía de todo el tramo, si efectivamente es viable tenerla lista en septiembre de 2024, si el gobierno federal también pondrá recursos o explicar por qué presumió López Obrador que ya estaba la autorización en la SHCP y en todo caso, cuál es la inversión total que se requiere.
Mientras tanto, se mantiene como otra promesa de López Obrador, que debe cumplir PINFRA y que, momentáneamente, resulta agradable al oído.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
