Recuerdos de Reportero/ Leovigildo González
El Presidente Andrés Manuel López Obrador es un político que no esconde distanciamiento o cercanías con gobernadores, ya sean de su partido o pertenezcan a la «oposición», Alfredo Ramírez Bedolla es de los pocos que pueden considerarse «consentidos».
Hay miles de políticos a lo largo y ancho del país que presumen amistad con el mandatario federal, sin embargo, son contados los que están dentro de su círculo, el gobernador de Michoacán es uno de ellos.
Fueron tres años en que el estado estuvo distanciado con AMLO, Silvano Aureoles, no era del agrado del Presidente, solo ambos conocen los motivos, más allá de filias y fobias partidistas que comúnmente se dan en la forma de hacer política.
La mala relación entre ambos mandatarios, nos hizo recordar el sexenio de Felipe Calderón y la administración de Leonel Godoy, quienes se encargaron de dejar en medio al estado de rencillas políticas.
Han pasado poco más de seis meses en que Bedolla, tomó el poder, encumbrado con todo el manto federal, tan solo a una semana de rendir protesta AMLO vino a recordarle que es uno de sus «consentidos».
Hace justamente una semana el Presidente usando su mañanera llenó de elogios al gobernador michoacano, «es completamente distinto a lo que había», al afirmar que es honesto.
El «Plan de Apoyo para Michoacán» ya comprende la tan ansiada «Federalización de la nómina educativa», algo que pedía a gritos el ex gobernador Aureoles, pero en la cual parece, se dará con el morenista.
Michoacán pasa por varias crisis, la más aguda, es la inseguridad, y sí, tienen razón en que es un mal que lleva años e incluso décadas, pero que además requiere de todo el apoyo del Gobierno Federal, es momento de que Bedolla haga uso de la cercanía que tiene AMLO para plantearle una estrategia que arroje resultados en un futuro inmediato.
PD. Ni los abrazos han dado resultados, ni los balazos, la estrategia debe ser mucho mas profunda, rescatar a Michoacán no será nada fácil.
