Acueducto | Samuel Ponce
Sin duda, en Michoacán, más que los del PT, al menos los líderes formales y no de MORENA Michoacán van por todo, bueno, lo que esté a su alcance, no solo para para ganar la gubernatura el próximo 6 de junio, sino para arrasar, como lo ha dicho el infumable dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo. Ellos, arengarán a sus seguidores para arrebatarle con la humillación más posible la victoria a la alianza PRI, PAN y PRD, para zanjar, en parte, sus (re) sentimientos en contra de consejeros y magistrados electorales federales que no avalaron la candidatura al Solio de Ocampo al alcalde con licencia Raúl Morón Orozco al considerar irregularidades en su informe de precampaña. Mientras ellos, los morenistas, hablan de una ventaja en las preferencias electorales en promedio del 10 por ciento, sus principales opositores, los aliancistas los contraponen con un 4 a su favor; más allá de ese juego de cifras, lo cierto es que no hay quienes les hagan sombra, pero, igual, los segundos tienen sus razones extraordinarias para derrotar a los primeros. Si, los aliancistas, con el gane, buscan contener el hasta hoy atrabancado paso de la 4T por el país, aunque últimamente oscilante, y, en particular, en el caso de uno de sus integrantes, el del instituto político llamada por sus siglas PRD: su supervivencia política…
