Por: Redacción
El exembajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador adoptó frente a los cárteles del narcotráfico una actitud de ‘laissez faire’ (dejar hacer), lo que representa un gran problema para México y para el gobierno estadounidense.
Lo anterior, porque considera que es una problemática que lo distrae de su agenda social. Señaló que ve la guerra contra los cárteles como “su Vietnam”, como lo fue para sus predecesores en la presidencia. Sin embargo, advirtió que estas organizaciones controlan entre el 35% y el 40% del territorio nacional.
Landau, quien fue embajador estadounidense en México durante el gobierno de Donald Trump, pronunció estas palabras el pasado 20 de abril en el marco de un encuentro organizado por el American Ambassadors Council.
Comentó que el presidente mexicano tiene una agenda local muy ambiciosa centrada en los programas sociales.
Se refirió al poder que concentran los cárteles del narcotráfico y que es evidente en casos como el ataque que realizó el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) contra el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, en junio de 2020.
“Nunca había habido un ataque tan descarado en el corazón de la Ciudad de México. Y, para mi sorpresa, el gobierno central mexicano básicamente no hizo nada. No dijeron: ‘ya fue suficiente. No podemos tolerar una cosa así’”, mencionó.
También comentó que el gobierno mexicano “dejó ir” al hijo del ‘Chapo’ Guzmán, Ovidio, en 2019 porque no quería un “derramamiento de sangre más generalizado en Culiacán”, en lo que calificó como “un momento terrible” donde “el Ejército mexicano fue superado en armas”. En ese sentido, considera que el presidente López Obrador intenta evitar “un conflicto abierto” con los cárteles.
En torno a la detención en Estados Unidos del ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general Salvador Cienfuegos, confesó que debería haber parado las cosas en 2019 con el fiscal general William Barr porque quienes decidieron buscar la aprehensión del militar fueron un puñado de personas del Departamento de Justicia y resultó “una cosa terriblemente desastrosa”. Al respecto, recalcó que los intereses de cooperación entre ambos gobiernos “son más grandes que este personaje”.