Por: Araceli Saucedo Reyes
En política y en la función pública, hay quienes piensan que las mujeres no podemos ni debemos salir a cambiar la realidad del mundo, que no debemos participar en el servicio público; ese pensamiento medieval es lo que nos tiene en el subdesarrollo, mientras en Europa, mujeres ya han gobernado naciones importantes, en México seguimos limitadas a gobernar esporádicamente municipios o estados, eso deja evidencia fehaciente de la lenta evolución política que prevalece en el país.
Las mujeres en México somos víctimas permanentes de violencia política, en el instante en que nos convertimos en una amenaza para las aspiraciones políticas de un hombre, se suelta una batería de ataques para evitar la competencia. Lo anterior, debo decirles que ha sido la constante desde mis inicios juveniles en política, e incluso he sido motivo de diatriba por personas de mi género, que prefieren o son obligadas a defender el mal actuar de sus líderes hombres, dejando al olvido sus propios discursos de sororidad.
El camino para una mujer en el mundo político no es sencillo, implica mayor esfuerzo, más inteligencia, capacidad, habilidad y sensibilidad, y eso es lo que nos permite ser mejores gobernantes cuando la sociedad nos permite tener acceso a los espacios de poder.
El último lustro ha sido de avances importantes para las mujeres, la lucha histórica de cientos ha dado sus primeros resultados, constitucionalmente se estableció la igualdad para candidaturas y el órgano jurisdiccional electoral lo ha ratificado, ante la amargamente intentona por parte de algunos partidos políticos de evitarlo, dado que impugnaron el acuerdo del INE de paridad en candidaturas y para que las mujeres encabecemos las listas de representación proporcional (plurinominales).
El proceso electoral vigente es una excelente oportunidad para que las mujeres podamos tener mayor acceso a los cargos de representación popular, aunque como se mencionó, ya existe disposición que obliga a los partidos a postular mujeres en un cincuenta por ciento de sus candidaturas, ahora el reto es que la sociedad nos de más oportunidades, es imperativo que la gente confíe en nosotras, y estoy esperanzada de que eso sucederá. Sin duda el 2021 será el año de las mujeres.
Respecto del cincuenta por ciento de candidaturas que corresponde a los hombres, es deseable que los partidos políticos postulen a personas que tengan en su agenda política a las mujeres, sería lamentable que postulen hombres con antecedentes de violencia física o política,
Feliz año nuevo para todas y todos, mis mejores deseos hoy y siempre.
