Por: Hugo Villa
Aunque los problemas dentales afectan a más de la mitad de la población mundial, tres de cada cuatro países han interrumpido total o parcialmente los servicios de atención dental durante la pandemia de COVID-19, debido a que la OMS percibió en ellos un alto riesgo de contagio.
«COVID-19 ha afectado los servicios dentales en una forma de la que no hay precedentes”, destacó en rueda de prensa el responsable de Odontología en el Departamento de Enfermedades No Contagiosas de la OMS, Benoit Varenne.
Entre las razones de la interrupción de la atención dental Varenne citó que estos servicios se percibieron como de alto riesgo, debido a que en muchas intervenciones o tratamientos el paciente expulsa saliva.
Por lo anterior, el especialista recomendó a la población posponer las visitas no esenciales durante la pandemia del virus SARS-COV 2.
Los servicios dentales están reabriendo paulatinamente, pero la nueva normalidad “requieren una adaptación que necesitará tiempo e inversión” y ello en buena medida dependerá del apoyo que les dé el gobierno, subrayó Varenne.
El experto recordó que los problemas dentales son la dolencia más frecuente en el mundo (afectan a aproximadamente la mitad de la población mundial, 3.500 millones de personas) y no sólo producen dolor sino también estrés psicológico, en ocasiones aislamiento social, y en los casos más graves, como determinados cánceres bucales, pueden causar la muerte.