Por: Martín Ramos
En el ya lejano siglo XIX, en la comunidad de Andalucía, un atracador de nombre Ambrosio, se dedicaba a asaltar a la gente con una vieja carabina, sin embargo, el arma de fuego con la que hacia sus atracos, no se encontraba cargada con pólvora, sino que en realidad tenía cualquier otro tipo de semilla o perdigón el cual era inofensivo para las personas que robaba. De esa anécdota emana la expresión de la carabina de Ambrosio, la cual se emplea para referirse a aquello que es inútil. Así muchas cuestiones de la política hoy en día.
Extrapolando esa concepción, en días pasados el primer ciudadano de México, el presidente la República, dio a conocer un proyecto supuestamente ultrasecreto el cual a través de no más de 10 páginas, traza las presuntas líneas de acción que ha de seguir la oposición en para derrocar al gobierno obradorista en el proceso electoral 2021. Cabe mencionar que durante la publicación del mismo, la oficina de comunicación social de la presidencia de la República, acepta expresamente que se desconoce el origen y autenticidad del documento, lo cual pone en duda la veracidad del mismo.
Lo anterior, lejos de ser un hecho cuya revelación sea relevante, se traduce en un circo, en un pésimo intento para intentar justificar los malos resultados que ha dado el presidente de la República e intenta justificar su eventual derrota en el siguiente proceso electoral inventando “golpes blandos” y con ello intentar deslegitimar a la oposición que eventualmente ganará terreno en la arena política en el siguiente proceso.
Aparte de la enorme irresponsabilidad del presidente de plasmar los nombres de ciertas personas, es un acto que constituye una división a la ya marcada sociedad mexicana y enrarece el ambiente político que de por sí ya se encuentra afectado.
Y así, como aquel atracador andaluz que engañaba a sus víctimas con un instrumento inútil, la misma presidencia pretende engañar a los mexicanos con un panfleto que poco dice y menos dignifica.
