Por: Sandra Arias/ Te Presto Mi Voz
Hace unos días publiqué en mi Facebook que una solución inmediata para detener una pelea canina era usar cierto «artefacto audible». Muchas personas se mostraron interesadas en conocerlo y saber dónde comprarlo, la situación fue que varios de los que comentaron tienen problemas de comportamiento con sus perros, por lo que decidí eliminar la publicación. Más adelante explico por qué.
El día de hoy una familia me comentó que los ladridos nocturnos de sus dos criaturas a las 3:00 am habían disminuido desde que se inició la educación en sus perros; me cuestionaron sobre la posibilidad de bajar a regañarlos cada que ellos mostraban esta conducta y me preguntaron qué herramienta podían utilizar para disminuirla. Entonces me detuve a explicarles lo siguiente:
Tal cual como sucede con el ejemplo del primer párrafo, las herramientas para evitar un comportamiento son útiles sólo en ciertos momentos, no podemos basar la solución de una conducta que nos molesta sólo en extinguirla por su rapidez a corto plazo. Es decir, el «artefacto audible» que comento sirve para prevenir en momentos inesperados, pero NO ES LA SOLUCIÓN PARA ERRADICAR UN PROBLEMA. Si tenemos en casa constantemente peleas entre nuestros perros, no se trata de tener a la mano algo para separarlos, sino de trabajar el por qué de esa conducta.
Sería sencillo poner en el cuello de mi perro un collar electrónico para evitar que ladre, o más sencillo aún, operarle las cuerdas vocales para extirparlas, pero NO ES LA SOLUCIÓN.
Siempre, siempre, siempre, pregúntate: ¿Qué estoy haciendo para generar ese comportamiento en mis perros?, ¿qué necesidad de ellos me falta cubrir para evitarlo?
Toda conducta física tiene su base en las emociones del perro. Si ladra mucho es por distrés (estrés del malo), si agrede es por frustración o miedo, si destruye puede ser aburrimiento. Entonces, si usamos herramientas «efectivas», probablemente como humanos nos sentiremos felices porque tenemos algo rápido para usar, pero eso no quiere decir que hayamos erradicado el problema de raíz. Buscar ayuda de un experto también es sencillo.
Recuerda que ellos tienen su propia voz, pero no es escuchada. Préstales la tuya. Haz lo correcto, hazlo bien.
