Por: Fernando Gallo – Sala de Prensa
En una declaración que marca un nuevo giro en la estrategia del Partido Acción Nacional (PAN) en Michoacán, Marko Cortés Mendoza —ex presidente nacional del PAN— anunció que no buscará ni la gubernatura del estado ni la alcaldía de Morelia, y manifestó su respaldo explícito al perfil de Alfonso Martínez Alcázar para próximas contiendas. La revelación fue hecha durante la entrevista del programa Echando Taco con Leo González, en la que el dirigente panista señaló que “es más que claro que el perfil más fuerte, más competitivo y con experiencia de gobierno” para Michoacán es Martínez.
Durante la charla en ese espacio informal de conversación, Cortés explicó que el PAN en Michoacán debe enfocarse en la unidad y en construir candidaturas con estructura, capital político e identidad territorial. Al despedirse de la posibilidad de postularse él mismo para cargos locales importantes, dejó ver que su papel será el de articular alianzas, fortalecer el partido y coadyuvar al triunfo de perfiles que den continuidad al proyecto de “gobierno eficiente, cercano a la gente y con visión de estado”.
La postura de respaldo a Alfonso Martínez no sólo lo coloca como favorito interno del PAN, sino que asimismo abre una lectura sobre cómo Cortés busca preservar su capital político al convertirse en el gran “aval” dentro de su partido para Michoacán. Con ello, el panismo marca terreno frente a las elecciones de 2027, mostrando con anticipación quiénes podrían jugar roles clave en la contienda estatal.
En este contexto, la decisión de Marko Cortés podría interpretarse como una apuesta estratégica: más allá de ocupar cargos ejecutivos, se posicionará como figura de poder dentro del PAN michoacano, dejando que otros encabecen la carrera, pero bajo su respaldo. Esa operación interna, visible desde ahora, será vital para vigilar la estructura, movilización y coherencia del partido en la capital y en el estado.
La confirmación se produce en un momento en que el electorado moreliano y michoacano observa una renovación de cuadros, un reposicionamiento de partidos y donde la elección de alcaldes y gobernadores se anticipa como una de las más disputadas. Con este movimiento, Cortés envía dos señales: primero, que él no es candidato en Morelia o el estado, lo que elimina especulación; segundo, que su respaldo a Martínez define que el PAN ya apunta hacia una candidatura que considera viable, operable y competitiva.
Quedan pendientes detalles sobre la estrategia específica del PAN para Morelia —qué perfiles adicionales se impulsarán, cómo se articularán las alianzas y qué papel asumirán las bases del partido en la ciudad— pero esta jugada de Marko Cortés marca un claro punto de partida.




