Por: Leovigildo González
Reza un proverbio «el enemigo de mi enemigo, es mi amigo» y tal parece que de eso se trata el efecto de Carlos Manzo, el polémico alcalde de Uruapan que ha tomado notoriedad incluso internacional por sus dichos sobre el combate a la inseguridad en su municipio.
Según la empresa Demoscopia Digital, Manzo, tiene más de 62 por ciento de aprobación en su municipio, cifra similar a lo que tiene el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar.
Su protagonismo exagerado por su peculiar forma de gobernar, al alcalde de Uruapan lo han convertido como uno de los políticos con mayor impacto en redes sociales sobretodo en Facebook, que es la más usada en Michoacán con más de tres millones de usuarios.
Y sí, hay voces que afirman que «la redes sociales no hacen gobernadores», lo cierto es que lo que sí hacen es la exposición «gratuita» de la imagen.
Con esa ventaja a su favor, Manzo se ha convertido en una de las principales figuras políticas de Michoacán, aunque en los hechos, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el INEGI, ponga a Uruapan como una de las ciudades con mayor percepción de inseguridad del país, o sea, de poco o nada ha funcionado la estrategia de la sobreexposición mediática.
He tenido acceso a encuestas internas de partidos políticos a nivel nacional, y sí, han medido a Manzo para la gubernatura de Michoacán, su efecto hoy, le alcanza para 9 por ciento de intención de voto, cifra nada despreciable para ir por la vía independiente, está por encima de marcas como el PRI, MC o el PT.
En ese contexto, Manzo es el perfil que más se adapta al tipo de votante que va por Morena, «estridente, megalómano y sobretodo, populista», así que esos adeptos es evidente que no llegarían al partido guinda, mientras más crece le provoca merma.
El último estudio de «Encuesta MX», realizada el 12 de agosto del 2025, Morena- PT- Verde, tiene 42.5 por ciento de intención de voto rumbo al 2027, seguido de PAN- PRI, con 35.4, la diferencia no es abultada.

Manzo no es improvisado, sabe jugar y sobretodo, negociar, con sus 9 por ciento de intención de voto en Michoacán puede obtener candidatura a la gubernatura no solo del PRI, hasta de Movimiento Ciudadano, (estos últimos no ven nada mal al del sombrero porque generaría una especie de ola para sus candidatos).
¿Quién necesita a Manzo en las boletas?, la respuesta es obvia, primero, Alfonso Martínez, figura más fuerte de la oposición en Michoacán para la sucesión a la gubernatura en 2027, pero también en caso de que sea Morón el candidato de Morena a la gubernatura, quienes no quieran que llegue el actual Senador.
La estrategia electoral ya está hecha, lo saben quienes toman las decisiones, el ajedrez ya tiene piezas importantes y se mueven constantemente.
El antecedente.
En el 2024, el PRI rompió la alianza con Acción Nacional en Morelia, en una estrategia que solo les alcanzó para una regidora y que jamás lograron mermar al actual alcalde, Alfonso Martínez quien ganó de manera avasalladora.
Lo interesante es que el PRI mandó a René Valencia, un activista muy estridente, que usa las redes sociales para posicionar su mensaje, y sí, lejos de quitarle votos a Martínez todo indica que abolló a Morena, justamente por el perfil, que es muy similar por el que votan los seguidores del partido guinda, hubiera sido muy distinto el efecto si se hubiera tratado de Daniela de los Santos, quien con su solo nombre evitó que el PAN tuviera un diputado de mayoría en el distrito 17.
Marcapasos.
Se vienen más cambios en el Gabinete de Alfredo Ramírez Bedolla, unos pasaron sin pena ni gloria.