Pie de Foto
Por Adán García
Faltan aún dos años y medio, pero la elección del 2027 ya se calienta en Michoacán, donde las mujeres abrazan con fuerza la idea de que una de ellas pueda romper la larga e invicta hilera de gubernaturas que han recaído en los varones.
Y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, en su discurso del pasado 8 de enero en el auditorio de usos múltiples de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, le subió la flama y puso, queriéndolo o no, a la rectora Yarabí Ávila bajo reflector que apunta a la pista donde ya corren otras aspirantes. Si es que alguien pensaba que no estaba ya.
Dijo el mandatario michoacano ante el repleto auditorio que fue escenario de la firma del decreto para promulgar la reforma constitucional a la UMSNH: “Ella, la rectora, ha ejercido una rectoría con firmeza y altura de miras”.
Atentos, escucharon en primera fila los titulares del Poder Judicial, Jorge Reséndiz, y del Poder Legislativo, Juan Antonio Magaña de la Mora. También el fiscal Adrián López Solís, diputadas, diputados, líderes sindicales nicolaitas, directivos de escuelas y estudiantes.
La más atenta era la propia rectora, quien, conforme a protocolo, ocupó un espacio al lado de Bedolla en el presidium.
Y siguió el mandatario surgido de Morena: “Yarabí ha demostrado, con su liderazgo, que es tiempo de mujeres, y mujeres que asumen el reto de transformar la realidad, transformar el estado y transformar las instituciones”.
La coronación de esa loa a la ex diputada local y ex titular de la Secretaría de Educación en el Estado, fue rematada con un “la doctora Yarabí ha tomado su lugar en la historia; no esperó a que se lo asignaran. Muchas gracias, doctora Yarabí”.
Menos de un minuto bastó para subir a la rectora, al menos en la narrativa, en el rascacielos donde ya se pasean figuras como Fabiola Alanís y Celeste Ascencio, hablando de las mujeres de Morena que son señaladas como potenciales cartas para buscar la candidatura al Gobierno del Estado.
Una fuente estrechamente vinculada a la operación política, me comentó que Fabiola y Celeste son dos opciones altamente viables si Morena determinara caminar en el 2027 con una mujer como candidata para suceder a Bedolla.
Ambas lo saben y ya trabajan en esa meta.
En no pocos momentos, al cierre del 2024 ambas encabezaron actividades en donde el grito de «¡gobernadora, ¡gobernadora!», retumbó en el perímetro. Una especie de destapes velados.
En no pocos momentos, ambas han aceptado en entrevistas, que no les desagrada la idea de verse en las boletas electorales para buscar romper la fila de 95 gobernadores varones que ha tenido Michoacán, desde Antonio de Castro (1824-1827) hasta Alfredo Ramírez Bedolla (2021-2027).
Ambas gozan de posiciones que pueden allanar la vereda: Fabiola es diputada local y presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, y Celeste es, quizá, la senadora más joven que haya tenido Michoacán, cargo al que llegó tras dos periodos consecutivos como diputada federal y con un activismo vigente con la población LGBTIQ, del que ella es parte. En campaña, se declaró abiertamente lesbiana.
A esa dupla habrá que sumar a Yarabí Ávila, la segunda mujer en convertirse en rectora de esa la UMSNH, después de Silvia Figueroa (2007-2011).
A eso supo, al menos, el discurso de Ramírez Bedolla. Otro, quizá, destape velado. Sólo quizá.
Cintillo
Michoacán podría ser el siguiente objetivo de la Operación Enjambre, diseñado para detener a mandos policíacos y autoridades ligadas a actividades criminales. Por acción u omisión, prácticamente la mitad de los alcaldes y alcaldesas que hay en la entidad, están bajo sospecha.