Por: Leovigildo González
El operativo «Enjambre» efectuado en el Estado de México hace un par de semanas, solo exhibió lo que sucede entre grupos delincuenciales y autoridades municipales, la colusión y sometimiento, pero además, financiamiento.
Los grupos delincuenciales, no solo extorsionan a comerciantes o empresarios, también lo hacen a Presidentes Municipales, ya sea por acuerdo o por amenazas, en ambos casos, es lamentable.
Tengo conocimiento, que en ocasiones los grupos delictivos piden puestos como los organismos de agua potable, el dinero que llega por el pago de servicio jamás se reporta a las arcas municipales, por el contrario, termina en actividades ilícitas ya sea para pagar nómina delincuencial o armas.
Según fuentes federales, este tipo de prácticas llevan mucho tiempo en Michoacán, anteriormente solo pedían el control de la Policía Municipal, ahora, quieren obras e incluso la tesorería para tener el poder absoluto de las finanzas municipales, y asegurar el pago.
En ese escenario están muchos municipios, los alcaldes, terminan cediendo, ante las amenazas, aunado a la impunidad que existe y el olvido de las fuerzas federales.
El ejemplo claro fue Chilpancingo, el líder del grupo delictivo «Los Ardillos», exigió parte de la nómina municipal a Alejandro Arcos, además de obras, al no acceder fue decapitado.
Lo sucedido a Arcos, ha pasado en la Tierra Caliente de Michoacán o la Sierra Costa, donde los alcaldes de esos municipios en ocasiones han tenido que huir por el acoso al no poder pactar con un solo grupo, en ocasiones son hasta tres que exigen recursos.
Pero en eso, también pasa en el oriente de Michoacán o en el bajío, el acoso, es brutal, constante y los pagos deben ser puntuales.
Aunado a eso, la realización de las ferias también las exigen, son parte natural de la extorsión que hay para los Ayuntamientos, y pasa frente a los ojos de absolutamente todos, se ha normalizado a niveles en que ya se ve como parte cotidiana.
¿Cómo comienza?.
Desde que son candidatos, los grupos delictivos buscan a quien pudiera tener mayor posibilidad, le explican lo que buscan, de no llegar a algún acuerdo, imponen su ley, a través de balazos.
Tan solo en el proceso electoral pasado, dos aspirantes a la Presidencia Municipal de Maravatío, fueron ultimados, de forma muy similar, con esto, exhibieron los delincuentes como operan, quien no accede a sus pretensiones, no tiene oportunidad.
Así que un operativo «Enjambre», es inminente en Michoacán, los alcaldes lo saben, las autoridades estatales, también.