LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Existen dos maneras de ser engañados. Una es creer lo que no es verdad, otra es negarse a aceptar lo que sí es verdad”. Sören Aabye Kierkegaard (1813 – 1855) Filósofo y teólogo danés.
Entre los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), es lamentablemente común tener que esperar meses para lograr una cita para una tomografía, peor aún, llegar a la cita y conocer que el tomógrafo no sirve, así que debes esperar otros meses para volver. Y claro, regresas para constatar que el tomógrafo sigue descompuesto.
También es común procurar la atención médica ante una urgencia y resulta que el hospital está saturado, no hay ni camas para que puedas recibir atención inmediata. Y si se te ocurre enfermarte en sábado o domingo, tendrás que ser suficientemente fuerte para esperar al lunes y que te pueda revisar algún especialista.
Son un par de ejemplos del deficiente servicio que oferta el IMSS a quienes están en una nómina con prestaciones y les descuentan puntualmente, quincena a quincena.
Y claro, muchos agradecen el haber logrado atención médica en algún padecimiento grave que requiere medicamentos de alto costo, o cirugía, así hayan esperado meses y la tardanza les haya agravado su problema, así falte el medicamento regularmente, de todos modos, se sienten agradecidos porque en la iniciativa privada es extraordinariamente caro.
Es la realidad del sistema de salud en México, que ni es gratuita, ni mucho menos es como la de Dinamarca o mejor, como lo ha prometido constantemente el mitómano Andrés Manuel López Obrador, quien tiene un su haber, además, el fracaso del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).
La nueva promesa o atole con el dedo, es que ahora sí será mejor que Dinamarca, antes de que deje la presidencia de México, es decir, en un par de meses.
Mientras tanto, ya empezó a funcionar en 23 entidades del país, como Michoacán, el IMSS Bienestar, que intentará brindar “gratuitamente” atención médica a la población sin seguridad social.
Conste, los actuales derechohabientes, los que pagan puntualmente, siguen padeciendo la ausencia de médicos, medicinas y deben exprimir al máximo su fortaleza y paciencia para esperar meses a una cita con especialista o para realizarse algún estudio de laboratorio.
En este contexto, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla informó que en esta semana se entregarán las primeras mil 36 credenciales del IMSS Bienestar, para que los beneficiarios puedan recibir atención en las 484 unidades médicas de la entidad.
Lo que está claro, es que López Obrador se retirará a su rancho “La Chingada” y dejará un servicio de salud peor que como estaba, su promesa de construir uno mejor que el de Dinamarca es sólo más atole con el dedo.
Ni hablar, es el gobierno que una mayoría de mexicanos avala y por el que votaron para que se le ponga un segundo piso.
No hay argumento que genere una expectativa favorable en el corto tiempo, menos si la promesa e implementación arranca en el gobierno de López Obrador.
De momento, es más viable que el IMSS Bienestar, que también involucra infraestructura humana y material del deficiente Instituto Mexicano del Seguro Social, agudice la problemática al incrementar el número de pacientes que debe atender.
En fin, ojalá alguna vez funcione, lo seguro es que tardará todavía, muchos años.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.