Por: Víctor Carranza
Han mordido de lleno un anzuelo tan obvio, que es imposible que no se hayan dado cuenta los estrategas de Alfonso Martínez. Y es que hoy, en el marco del primer debate municipal, parece que uno de los cuestionamientos que pesan sobre Carlos Torres Piña es su origen purépecha, ergo, su origen ajeno a Morelia, ciudad en la que pretende gobernar y de la cual no es hijo por nacimiento, sino por adopción, pues él mismo asegura que ha hecho vida aquí por más de 20 años, desde que llegó a estudiar.
No son pocos los «morelianos adoptados»; hijos de Apatzingán, Huetamo, Zitácuaro, Zamora, Chinicuila, Tepalcatepec, por mencionar a emblemáticos municipios de todas las regiones de Michoacán y que sí, ciertamente, aunque no se sienten Morelianos de nacimiento, sí hacen vida aquí y por ende, las decisiones públicas les afectan de manera directa. Pareciera que la estrategia de Alfonso Martínez es discriminar a un 33% del mercado electoral potencial, pues aunque él no lo ha pronunciado públicamente, sí es una descripción despectiva que entre pasillos y off de record, él y su equipo han hecho para el oriundo de Paracho.
Sin embargo, parece que a Torres Piña o a su equipo, asumir el papel del «foráneo» no solo les asusta, sino que lo han marginado por completo de cualquier táctica narrativa, a pesar de lo antes enunciado y que podría sostenerse con factos económicos: Morelia se muere cada vez que hay un periodo vacacional, a nivel microeconómico. Y más bien, según algunas fuentes, optarán por exponer el día de hoy lo que ellos llaman «negocios millonarios» al amparo del poder; un supuesto expediente elaborado en la «Unidad de Inteligencia Financiera», pero que más bien parece elaborado por alguna consultoría de comunicación política, basada en investigación periodística.
Lo cierto es que, las supuestas ventajas de encuestadoras en uno y otro bando no son tal, pues a decir de algunos expertos en demoscopía consultados por este escribano, el empate técnico se viene fraguando desde hace algunos meses que ha caído la aprobación de Alfonso Martínez (en hasta 10pts según el sondeo) y se ha mantenido la ventaja de Claudia Sheinbaum a la presidencial. «Es el factor Claudia», me comentaba una importante consultoría de renombre nacional, «se puede observar en algunos municipios de Nuevo León, o en estados como Puebla», donde los municipios que tenían una amplia aceptación por un perfil ajeno a Morena, comienza a perder su aprobación e inmediatamente mete en competencia al contendiente de Morena.
El reto para Alfonso Martínez será destruir la narrativa de Morena, sin discriminar a un tercio del electorado moreliano. El reto para Torres Piña será seguir haciendo mella en la aprobación del aspirante reeleccionista. Pero a decir verdad de este novel consultor, no es tema quién gana el debate, pues poco o nada incide en la opinión general; el tema es hablarle a la audiencia correcta para conseguir los apoyos necesarios para ganar la contienda: opinadores, patrocinadores y líderes. Disfruten el show.
