Por: Leovigildo González
Poco a poco, el Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, ha comprendido que debe tener el control absoluto del Poder Legislativo si quiere tener un cierre de administración con gobernabilidad.
Bedolla más que las presidencias municipales, está enfocado en tener escaños en Congreso de Michoacán que le sean leales y no se ablanden ante las embestidas que serán más evidentes a a partir del 2 de junio.
Parafraseando a Winston Churchill «Hay tres tipos de enemigos, los enemigos a muerte, los enemigos a secas y los compañeros de partido», y tal parece que se le complica hacer política con los morenistas y prefiere construir con la oposición.
Y para «muestra un botón», reza un dicho popular, al sumar a priístas a través del Partido Verde, y distintos perfiles que no necesariamente están ligados a Morena.
Todo indica que Juan Pablo Celis, dirigente actual de Morena en Michoacán va a ser diputado Plurinominal, el cual, es su amigo y le garantiza lealtad absoluta, no así otros liderazgos partidistas que en la actual legislatura tuvieron desencuentros con Bedolla por su forma de imponerse.
Itzé Camacho, la actual alcaldesa de Lázaro Cárdenas también va a llegar al Legislativo, realmente la marca partidista de Morena le hacen un enorme trabajo, pero al llegar, todo indica que va apoyar a Raúl Morón, quien buscará nuevamente ser gobernador de Michoacán.
Es evidente, que a partir del 2 de junio a las 6 de la tarde habrá el «Viva el Rey, muera el Rey», ya que será más evidente la pugna por la sucesión a la gubernatura, no solo con los partidos de oposición, también entre las fuerzas internas de Morena.
El Gobernador se juega la gobernabilidad ante la falta de operadores reales, es él quien está haciendo los «amarres» políticos, ¿Le saldrá la jugada?, todo indica que no, de entrada, ya hay muchos heridos dentro de su partido por las decisiones tomadas en las candidaturas, se vienen meses complicados, ya lo veremos.