Por: Leovigildo González
No sorprende que los militares no sean garantía de resultados cuando se trata de estar al frente de una corporación de seguridad de corte civil, normalmente no entienden la forma del trato de la «tropa».
José Alfredo Ortega Reyes, titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, no ha podido generar una estrategia real para contener a la delincuencia y lejos de eso, las estadísticas muestran que las pugnas delincuenciales carcomen cada uno de sus discursos.
Reza un dicho «si no hay colusión, es sumisión» eso pasa en varios municipios del estado, donde fueron rebasadas las autoridades locales desde hace mucho tiempo, con una debilidad Institucional que provoca niveles insospechados de impunidad, pero además con un olvido del Gobierno estatal y federal que es muy evidente como en el caso de Uruapan.
Alfredo Ramírez Bedolla, Gobernador de Michoacán desde campaña dijo que iba a desaparecer a la Policía Michoacán, lo cumplió y creó la Guardia Civil, que no es otra cosa más que lo mismo solo con diferente nombre y con un titular castrense, pero en la base no cambió absolutamente nada.
Las recientes denuncias de abuso policial tienen un trasfondo, la «tropa» no está agusto con sus mandos, no acatan órdenes y lejos de eso, muestran inconformidad constantemente.
El caso de mayor impacto fue el decreto de que Tránsito Estatal dejó de realizar multas para convertirse en una corporación preventiva, lo que evidentemente no se dice es que el nivel de corrupción era altísimo, se cobraba porque elementos tuvieran una motopatrulla y eso llevaba consigo una serie de «cuotas» al interior, todo fomentado por mandos altos y medios.
El caso de Zitácuaro, es algo que debe ser de análisis, Conrado Corral Leyva, comisionado de la Guardia Civil en el municipio debe tener mucho trasfondo, ya que fue grabado mientras negociaba con un líder delincuencial, y no, no fue removido del cargo, hace un par de días ultimaron a tres personas a quienes les dejaron un mensaje para él.
Zitácuaro, hoy, es un foco rojo de atención en materia de seguridad, pero también Uruapan, Apatzingán, Zamora, Jacona, que mantienen niveles altos de homicidios y peor que eso, es el nivel de impunidad que hay.
Así que Ortega Reyes, ha quedado a deber como todo su equipo de militares que poco han mostrado como expertos en materia de seguridad.