Por: Staff
Pénjamo.- La familia González se había esforzado al máximo para sacar a su hijo de la cárcel y evitar que pasara encerrado las fiestas decembrinas. Lo lograron, el reo salió libre y, en plena cena navideña, a balazos correspondió a los afectos del padre y de la madre; los mató a ambos y ahora está detenido.
De esto hay un testigo, hermano del parricida y que también estuvo a punto de ser baleado por el delincuente.
Los hechos ocurrieron en la calle Padre Antonio Torres, de la colonia Juárez, a tan solo 1,200 metros del jardín principal de Pénjamo, y a una cuadra del cuartel del Cuerpo de Bomberos.
De acuerdo con testimonios de vecinos, el acusado, Cristian Mauricio, tenía pocos días de haber salido del Cereso y vuelto al hogar, para disgusto de los habitantes de la zona, pues se trata de un joven problemático, involucrado en robos y en consumo de enervantes.
Pero el amor de una madre todo lo tolera y la señora había agilizado gestiones para liberarlo para tenerlo en casa en las fiestas navideñas.
La mujer estaba lejos de imaginar que perdería la vida a manos de su hijo.
En medio de los festejos, el recién liberado discutió con su padre de forma violenta, y en vez de abrazos repartió balazos. Asesinó a su progenitor y también a su madre, Miguel y Luz Elena.
Intervino un hermano, sometiéndolo mientras llegaban las autoridades para entregarlo. Llegaron también paramédicos, quienes señalaron que ya los padres estaban muertos.
Los ahora occisos eran una pareja de adultos mayores, estimados en la colonia, por lo que el crimen indignó y enardeció al vecindario. Algunos propusieron linchar al detenido, pero este fue llevado por policías municipales para ponerlo a disposición de la Fiscalía General del Estado.