Por: Lore Mendoza
Según el último Censo de Población y Vivienda de 2020 del INEGI, Michoacán tiene 1,165,742 jóvenes lo cual constituye la cuarta parte de la población en el Estado, es decir el 24.55 %, esta población se divide en 407,743 jóvenes que tienen de 15 a 19 años, otros 390,431 se ubican entre 20 y 24 años y el resto 367,568 son jóvenes de 25 a 29 años, por lo que vemos en estos números, la juventud en Michoacán representa un núcleo poblacional importantísimo, que presenta problemas y características muy específicas y necesita políticas públicas hechas a la medida para abatir los problemas que aquejan a un grupo tan representativo.
El pasado año, el Gobierno del Estado por medio del Instituto de la Juventud Michoacana llevo a cabo una consulta juvenil denominada “Jalo a Transformar Michoacán” con el objetivo de conocer la percepción de las y los jóvenes de 15 a 29 años, siendo esta la acción central del Instituto en el año 2022, la consulta pretendía identificar sus necesidades y problemáticas, principalmente en 8 ejes temáticos, algunos de los tópicos escogidos, vida económica, vida con bienestar, vida sexual y equidad de género, entre otros.
Los resultados que se dieron a conocer de la consulta informaron que participaron 5,819 jóvenes, de los cuales 3,150 fueron mujeres, 2,578 fueron hombres y 91 jóvenes que se identificaron con un género distinto, las opiniones vertidas son por demás interesantes, entre ellas nos encontramos que; el 92% de los jóvenes que participaron en la Consulta tienen una percepción de incertidumbre económica sobre su futuro, el 72% de los participantes consideró que deben irse del estado de Michoacán para buscar mejores oportunidades laborales y una mejor calidad de vida, el 86% de las jóvenes se ha encontrado en mayor o menor medida con alguna situación de acoso u hostigamiento y otro 74% de las jóvenes que participaron en la Consulta opinan que sus derechos sexuales y reproductivos no son respetados, y tal vez algunos de los indicadores más analíticos, son que el 75% de los consultados no confía en el gobierno ni en sus funcionarios públicos, así como también, el 72% de los consultados creen que el gobierno no está atendiendo realmente los problemas y las necesidades de las mujeres michoacanas.
Como podemos ver en los resultados de la Consulta, nos indica que los problemas que aquejan a la juventud michoacana presentan graves índices de una percepción muy negativa acerca de cómo se están combatiendo, y parecería que después de este ejercicio de diagnóstico el Gobierno de Michoacán empezaría a implementar políticas públicas encaminadas a resolver los problemas más graves e inmediatos que estaban representados en el estudio estadístico.
Pero la gran respuesta del Gobierno Estatal a todo lo anterior, fue realizar en los pasados días, un festival, el denominado “Jalo Fest” en el que se dieron cita para impartir conferencias influencers que se dedican desde la creación de contenido en podcast de entrevista hasta temas que van más con la comicidad, además el plato fuerte del festival fueron los conciertos multitudinarios que se dieron en el estadio Morelos a cargo de las bandas de rock, el TRI, Molotov y Caifanes.
El “Jalo Fest” fue la política bandera del Instituto de la Juventud Michoacana de este año y sin duda casi consumió todo su presupuesto destinado en el presente ejercicio fiscal, tanto así que dejo sin premio económico a los galardonados al Premio Estatal de la Juventud quienes fueron condecorados en el marco del Festival, pero como al resto de los jóvenes su invaluable labor fue pasada a segundo término entre toda la festividad, incluso en los conciertos que se llevaron a cabo en el gigante del Quinceo, se notaba visiblemente una presencia menos del 50 % del sector juvenil, ya que los conciertos por su estilo parecían destinados más al público en general.
Las problemáticas de la juventud hoy más que nunca son profundas y difíciles de abatir, así lo muestran los propios datos del Gobierno, resulta inverosímil que la única respuesta que les ocurra sea un par de conferencias o conciertos, ¡así no se resuelve nada! Solo se ridiculizan las problemáticas juveniles, manejadas de la manera más burda, las juventudes no queremos conciertos, queremos seguridad, trabajo justo y bien remunerado, educación de primera, derecho a una vivienda y una calidad de vida que nos permita los elementos mínimos de la dignidad humana, para ello se requiere mucho más que “circo, maroma y teatro”.