Por: Lore Mendoza
Cada 19 de septiembre es una fecha particularmente inolvidable para todos los mexicanos, están presentes en nuestra memoria colectiva marcados especialmente por una mezcla de sentimientos, temor, incertidumbre o incredulidad, al tener que enfrentar las fuerzas de la madre naturaleza.
Algunos solamente conocimos por historias de nuestros padres o por lo resguardado en medios de comunicación, lo acontecido aquella mañana gris de 1985, sin embargo, el temblor del 2017 si es un recuerdo más presente en las nuevas generaciones, al vivirlo de diferentes maneras, desde el simulacro en las escuelas, la cancelación de clases, esa incertidumbre por los familiares y amigos que se encontraban en la CDMX y posteriormente, los lamentables hechos que salían a la luz uno a uno a causa del siniestro, entre ellos, sin lugar a duda el más lastimoso, aquel en donde por una negligencia gubernamental fallecieron 26 personas, entre ellas 19 infantes.
Y es que ese 19 de septiembre de 2017 a causa del sismo con magnitud de 7.1 grados, se desplomaría el plantel escolar Enrique Rébsamen, colegio privado de educación preescolar, primaria y secundaria, ubicado en la Alcaldía Tlalpan de la CDMX, gobernada en ese momento por la coordinadora nacional de los comités de la 4T y virtual candidata a la presidencia de la república Claudia Sheinbaum.
Hasta ese momento todo indicaría que el hecho fue solamente un lamentable accidente desencadenado por el temblor, sin embargo, sin mayor sorpresa y con el pasar de los días, se darían a conocer actos u omisiones por parte de las autoridades a las que les correspondía la protección civil de la alcaldía, encabezados por la gobernadora en turno de ese momento, tal como lo establece la Ley de Gestión de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.
Fue la presión social y mediática quien llevó a que las autoridades reconocieran que el programa interno de protección civil del colegio se encontraba incompleto y que no hicieron nada al respecto por estar esperando “los tiempos”, como si la seguridad de menores no fuese un asunto de extrema prioridad, más tarde se dio a conocer gracias a una solicitud de información ciudadana, que dicho programa de protección civil ni siquiera existía desde 2012 hasta 2017, a eso se le suman acusaciones de corrupción al Director de Protección Civil de la alcaldía, permisos de construcción apócrifos y un sinfín da anomalías u omisiones que jamás fueron evidenciadas, mucho menos castigadas en su momento, y como si todo esto fuera poca cosa, la cereza en pastel es la falta de la empatía con las víctimas, solo basta recordar cuando la hoy presidenciable se negaba a ofrecer las disculpas públicas a las que estaba obligada por una recomendación de la CNDH.
Todo esto salió a relucir nuevamente el pasado 19 del presente mes, cuando la Dra. Sheinbaum publicó por medio de la plataforma X, su mensaje conmemoratorio por tan importante día, lo que desencadeno una lluvia de mensajes de miles de ciudadanos furibundos, recordándole los lamentables hechos del Rébsamen, sus omisiones como autoridad y lo que estas ocasionaron, otros más, comentaban que sus actos dejan mucho a la especulación sobre un actuar corrupto y poco ético.
El reclamo social en su contra no es mas que el enojo generalizado por la falta de justicia en este y otros muchos hechos trágicos que han pasado en nuestro país con el contubernio de las autoridades y de una manera u otra, la ciudadanía encontrara la forma de hacerse justicia, al final las deudas se pagan y el Colegio Rébsamen es una de las deudas que Claudia tiene, principalmente con las víctimas, pero también con las y los mexicanos.