LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“No es un signo de debilidad, sino un signo de alta madurez, elevarse al nivel de autocrítica”. Martin Luther King Jr. (1929 – 1968) Ministro bautista y activista estadounidense.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla entregó su segundo informe de labores a la Septuagésima Quinta Legislatura local, donde destacó avances en finanzas, gobernabilidad y seguridad, pero, fiel a la tradición, en su mensaje no dejó espacio para la autocrítica, no se atrevió a reconocer los compromisos incumplidos.
Políticos en gobierno van y vienen, y el esquema se mantiene prácticamente inamovible.
Sin duda, tiene razón Ramírez Bedolla al presumir que han logrado estabilizar las finanzas, que han pagado 7 mil 900 millones de pesos de deuda que les heredaron, ponerse al corriente en los pagos a trabajadores en todos los sectores gubernamentales y mejorar la recaudación.
Vale apuntar que para estos logros ha contado con recursos extraordinarios del gobierno Federal para hacerle frente al pago magisterial, por ejemplo, que reestructuraron la deuda a largo plazo y han contratado créditos a corto plazo que, por fortuna, hasta ahora, han podido liquidar en tiempo.
En el ámbito del dinero público, el gobierno de Ramírez Bedolla ha dado buenos resultados. Por ello reconoció a su secretario de Finanzas, Luis Navarro García, porque a su juicio, ha logrado “el milagro financiero en Michoacán”. Ojalá que así sea y no haya sorpresas en la recta final de su administración, como ha sucedido en el pasado.
También presumió logros en gobernabilidad y seguridad pública. Y efectivamente, ya no hay bloqueos en las vías del ferrocarril, porque a diferencia de su antecesor, Alfredo Ramírez sí contó con el apoyo económico y de elementos policiales del gobierno federal, para hacerle frente a las inconformidades magisteriales.
Sin embargo, no han podido evitar abusos de normalistas que siguen robándose productos o provocando el “robo de uso” de vehículos, sin que la justicia los alcance, dicho de otro modo, con la complacencia de las autoridades.
Ramírez Bedolla presumió que en lo que va del presente año, se han registrado 826 homicidios menos que en el mismo periodo del 2022, lo que representa un 37.7% a la baja.
Lo que le faltó decir al gobernador, es que Michoacán se ubica todavía en el sexto lugar nacional en cuanto al número de homicidios dolosos, con un acumulado de 1 mil 235 hasta agosto del presente año, a lo que se suma, la creciente extorsión en diversos ámbitos productivos y varias regiones de la entidad.
Lo que tampoco quiso señalar es que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha incumplido y ha hecho quedar mal al propio gobernador. Comprometió la federalización de la nómina desde abril de 2019, explicada como que el gobierno federal sería el patrón de todos los profesores michoacanos. Con semejante antecedente y seguramente tras haberlo platicado con el inquilino de Palacio Nacional, Ramírez Bedolla reiteró el compromiso y aseguró que en los primero 6 meses de su gobierno quedaría. Incumplieron.
Para colmo, una vez más su secretario de Finanzas, Luis Navarro, ha señalado que no está contemplada la federalización en la propuesta de presupuesto federal para el 2024, último año de López Obrador. Como se los dije desde aquel 2019 y lo reiteré tras el compromiso de Ramírez Bedolla, no habrá federalización de la nómina.
Otra promesa incumplida que tampoco se mencionó, es la descentralización del IMSS, del que no hay avances en la edificación de las oficinas que permitan el arribo a Morelia de más de 10 mil trabajadores, en lo que fueron las instalaciones del Centro de Readaptación Social.
Lamentable que no haya autocrítica, que no se reconozca lo que se hace mal o en lo que se ha incumplido. Tengo la impresión de que quienes alcanzan esa dimensión de la vergüenza, del reconocer en lo que han fallado, trascienden al simple político.
Por lo menos esta vez Ramírez Bedolla se ha abstenido de hacer otro evento a modo para insistir en su mensaje con motivo del segundo informe, como lo hizo el año pasado en la Plaza Valladolid.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.