LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Las convicciones políticas son como la virginidad: una vez perdidas no vuelven a recobrarse”. Francisco Pi y Margall (1824 – 1901) Político español.
Desafortunado evento llevó a cabo el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla el domingo 20 de agosto, cuando presentaría el Plan Morelos, según había anunciado, pero terminó siendo sólo la convocatoria.
Para llenar el estadio Morelos fue evidente el acarreo de personas. Para colmo, se obligó a que asistieran trabajadores de confianza y sindicalizados. Fue evidente que funcionarios, legisladores y alcaldes debieron aportar su cuota de acarreados para llenarle el estadio a Ramírez Bedolla. Hasta diseñaron un mapa para establecer las zonas que debía llenar cada cual.
Además, les regalaron playeras, gorras, tortas, aguas y refrescos. También se presume que pagaron desde 150 y hasta 700 pesos por acarreado, como lo señaló el dirigente del partido Michoacán Primero, Antonio Plaza.
El propio gobernador, en su mañanera del 7 de agosto, ufano presumió que movilizarían a las personas con recursos públicos, porque se trataba de un evento institucional y político. Argumentó que él también puede hacer política y remató: “soy un gobernador lopezobradorista, ¿qué hacemos? Así soy”.
Se calcula que el despilfarro para que el gobernador tuviera quien lo escuchara, anda entre los 30 y 50 millones de pesos, según cálculo que hizo el secretario general del Partido Acción Nacional PAN) en Michoacán, Javier Estrada.
Mientras tanto, el dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Octavio Ocampo informó que presentarán queja ante los órganos electorales por considerar que se trató de un evento electorero, mientras que los legisladores federales perredistas, le pidieron a Alfredo Ramírez un informe detallado de todo lo que implicó.
Durante su discurso, Ramírez Bedolla insistió en las porras a Andrés Manuel López Obrador, mencionó constantemente conceptos como la “cuarta transformación” o la “cuarta república”, que están identificados con el partido Morena.
Así que, su discurso también fue electorero. Por ejemplo: “ES FUNDAMENTAL QUE ENTENDAMOS QUE LOS TRIUNFOS Y AVANCES OBTENIDOS DESDE EL 2018, HASTA LA FECHA, NO SON VICTORIAS DEFINITIVAS, TENEMOS QUE SEGUIR CONSTRUYENDO, REAFIRMANDO, Y LA LUCHA ES TODOS LOS DÍAS. TODO PARA DELANTE”.
Para su desgracia, los acarreados no aguantaron los 45 minutos de discurso. Alfredo Ramírez tuvo que observar desde su templete cómo sus acarreados se retiraban. Seguramente por ello trastabilló y repitió ideas, usó muletillas como “amigas y amigos” una y otra vez.
Discurso largo, aburrido, desordenado y sin contundencia, aunque con algunas propuestas. Lamentable y millonario desperdicio de dinero público, al más arcaico estilo del PRI.
Pero, tal vez Ramírez Bedolla pueda sentirse satisfecho porque mostró “músculo electoral”, pudo ganar algo de liderazgo, legitimidad, poner en marcha la construcción del Plan Morelos o que quienes fueron esta vez, se aprendan su nombre.
Por lo pronto, les dejo 3 ejemplos de frases que reflejan que Alfredo Ramírez anda distraído:
- “Estamos en un momento espectacular”. ¿Con más de 164 mil muertes violentas, constantes amenazas de extorsión a sectores productivos y sin medicinas?
- “La demagogia ha quedado atrás, en la cuarta transformación lo que se promete se cumple, somos de palabra”. ¿Y la federalización de la nómina, y el ejército de regreso a los cuarteles, y el cállate chachalaca? Por citar 3 ejemplos.
- “No somos iguales a los de antes”. ¿Entonces por qué el evento de acarreados al estilo del arcaico PRI?, ¿Y por qué el cúmulo de ex silvanistas en el actual gabinete?
Ojalá que Ramírez Bedolla decida hacer lo correcto en adelante, que busque legitimarse y ganar liderazgo sin acarrear personas. Que no le gane la borrachera del poder. Está a tiempo de corregir.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.