Por: Diego Donaldo Chávez Palmerín
COLUMNA “EL ÚLTIMO LLAMADO.”
Todas y todos los actores políticos escuchan las palabras Domingo y Junio y lo primero que se viene a la cabeza es incertidumbre o triunfo. En efecto, en esas fechas se define el futuro de los Estados, ya sea para bien o no tan bien.
Junio 2024, suena tan lejana la fecha pero tan corto en tiempos, la carrera por la silla Presidencial la empezaron más temprano y claramente con tiempos no legales, sin embargo la ciudadanía a pesar de que ha vivido una cantidad enorme de elecciones constitucionales y no constitucionales, siguen generando las mismas dudas, como ¿Porque salir a votar? ¿Por qué participar? ¿Mi voto realmente vale? ¿La persona o el Partido? entre otras.
La mayor carga de la “culpa” la tiene el Estado que claramente está en manos de las y los políticos, y me atrevo a mencionarlo ya que en nuestro País se vive en una democracia participativa, es decir el Estado debería de inculcar, fomentar y fortalecer por todas sus vías la participación ciudadana, para que así se logre una mayor legitimidad a la hora de la gobernabilidad.
¿Qué nos espera a la ciudadanía después de la elección del 2024? (Y esta va para las y los representantes que ejercen poder)
Seguir por la vía de la apatia, del no generar condiciones y del no tomar en cuenta a la ciudadanía; este panorama claramente nos seguirá llevando al terreno de la polarización, del enojo social y del ver al “vecino” mal por ser “fifí” , “chairo” o aspiracionista.
O ser serios a la hora de participar por un cargo de poder, fortalecer las bases de los mecanismos de participación ciudadana y trazar un proyecto de reconciliación ciudadana.
Si se continúa con las viejas prácticas quien gané la siguiente elección se enfrentará a una sociedad enojada, apática y con rencores, para nada es el ideal si realmente se quiere sacar adelante a un Estado tan utópico como lo es el Mexicano.
Sin embargo si se traza la vía de la reconciliación social, con un perfil que Gobierne para todas y todos bajo el marco de la Ley, sentaría las bases para que con alianzas estratégicas civiles se trace un proyecto integral donde se logre generar primero una estabilidad sentimental de las y los gobernados y segundo un ambiente de paz; Sería de mayor provecho Gobernar un Estado con esas condiciones ¿O no?.
Como generación exijamos perfiles que vayan acorde al discurso de unión, paz y reconciliación, no polaricemos y bajemos las armas, basta con voltear a ver a los Países vecinos para entender que como Mexicanas y Mexicanos no necesitamos una guerra donde no la hay.