La Opción/ Jorge Vílchez
Cada vez resulta más clara la posibilidad de que en Michoacán el PAN y el PRI vayan en alianza sin el PRD en las elecciones del próximo año.
Sin duda, el escenario del 2021 es diferente al que hoy se advierte en territorio michoacano. Entonces, los dirigentes de los tres partidos políticos -Oscar Escobar Ledesma, Jesús Hernández Peña y Víctor Manríquez González- mantenían afinidades que los unían y los fortalecían.
En aquel año, las dirigencias estatales de esos tres partidos políticos, por instrucciones de sus cúpulas nacionales, llegaron a acuerdos sustanciales en candidaturas a diputaciones federales y locales así como en no pocos Ayuntamientos.
Resultado de ello fue que la alianza PRI, PAN y PRD en las elecciones del 2021 derrotó a Morena en el estado de Michoacán.
Hoy, las dirigencias estatales de esos organismos partidistas discrepan y se contraponen. Sobre todo, entre Guillermo Valencia Reyes, del PRI, y Octavio Ocampo Córdova, del PRD.
Súmese a ello que la dirigencia estatal panista que preside Refugio (Cuquita) Cabrera Hermosillo acusa de un doble discurso en la dirigencia perredista.
Los líderes Guillermo Valencia y Octavio Ocampo se han cuestionado constantemente; el segundo dice del primero que no ha sido crítico del gobierno que preside Alfredo Ramírez Bedolla; mientras que el primero, a su vez, ya desconoció como un interlocutor válido a Octavio Ocampo.
Las diferencias entre ambos cada vez son más evidentes y graves.
Sin duda, una alianza electoral PRI y PAN sin el PRD claro que afectaría de sobremanera a este último organismo político.
Por más que lo nieguen sus dirigentes, el PRD sigue en debacle. La dirigencia estatal del partido del sol azteca no asimila que cada vez tiene menor fuerza y presencia en el estado de Michoacán. La última muestra de ello fue la pérdida de la gubernatura en el proceso electoral del 2021.
Cierto, el PRD aún tiene seria presencia en algunas regiones michoacanas, pero ya no, como hasta hace poco tiempo, en todo el territorio michoacano.
Por ello, al partido político que menos le convendría ir solo a unas elecciones concurrentes como las del próximo año sería al PRD.
Recuérdese que el partido del sol azteca ya lleva perdido su registro local en por lo menos 15 estado del República Mexicana.
Michoacán está en riesgo de convertirse en un estado más de esa lamentable estadística.
Así, el perredismo michoacano podría está a tiempo de corregir su ruta y su discurso.
Sin duda, una alianza electoral con el PRI y el PAN, podría convertirse en el salvavidas político del Partido de la Revolución Democrática en Michoacán.
Competir solo, es como querer firmar su acta de defunción.