La Opción/ Jorge Vílchez
La relación entre los gobiernos estatal de Alfredo Ramírez Bedolla y municipal de Alfonso Martínez Alcázar luce hoy tensa y, por el momento, sin posibilidad alguna de advertirse una pronta reconciliación.
Y es que, solo habría que revisar el convenio de colaboración para el tema de seguridad que le propone el gobierno estatal al municipal de la capital michoacana para saber que aquí es donde se inició una más de las diferencias y/o confrontaciones entre ambas instancias gubernamentales.
El gobierno estatal ofrece un convenio de colaboración que, sin lugar a dudas, le restaría atribuciones o capacidad de maniobra de manera independiente al Ayuntamiento moreliano.
Según el texto de la propuesta de ese convenio, el alcalde de Morelia ya no podría designar personalmente al director de la seguridad pública en el municipio. Sería la Comisión Ejecutiva, integrada por el mismo presidente municipal, el secretario de Seguridad Pública y el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, la que confirmaría el nombramiento del director de la seguridad en Morelia.
También, se establece que el municipio se compromete a otorgar el mando coordinadamente de la policía municipal al Estado, a través de la Secretaría, y destinaría los recursos materiales, humanos, administrativos y de logística necesarios. Además, de que habría un redireccionamiento de los recursos económicos hacia proyectos estratégicos en la materia, bajo las directrices que se determine en los ámbitos estatal y federal.
En suma, la policía municipal moreliana estaría supeditada a la Secretaría de Seguridad Pública y sin gran intervención del edil de Morelia; porque, inclusive, los operativos que tendría que realizar la policía municipal estarían bajo el mando del Estado. Y en esas condicionantes no está de acuerdo el edil Alfonso Martínez Alcázar.
Tanto en su primer periodo de gobierno municipal como en esta segunda administración que él preside, Alfonso Martínez Alcázar ha visto en la policía municipal moreliana a un ente gubernamental eficaz y de logros sustanciales, y por ello no pierde la oportunidad de presumir avances en la materia.
En ese sentido, no se advierte cómo el alcalde moreliano vaya a ceder a las pretensiones del gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, porque, visto está, el edil de la capital del estado ya llegó a la conclusión de que no se requiere pactar un convenio de colaboración como el que le han propuesto para combatir a la delincuencia y ofrecer tranquilidad y seguridad a la ciudadanía moreliana.
