POR: DIEGO DONALDO CHÁVEZ PALMERÍN/EL ÚLTIMO LLAMADO
Costo. Cantidad que se da o se paga por algo; Precio. Esfuerzo, pérdida o sufrimiento que sirve de medio para conseguir algo, o que se presta y con ocasión de ello.
El Sociólogo Frances Alain Touraine en su artículo publicado por la UNESCO “¿Que es la democracia?” refiere en su primer párrafo que hoy en día es más común definir a la democracia como aquello de lo cual libera la arbitrariedad, el culto de la personalidad o el reinado de la nomenklatura que teniendo en cuenta lo que construye o las fuerzas sociales en las que se apoya.
¿Por qué retomar estos conceptos? En estos tiempos tenemos el deber de empezar a dejar atrás los dichos, la desinformación o la manipulación utilizada con fines políticos o de politiquería y empezar a predicar con el análisis y la objetividad. Como se ha mencionado en varios discursos políticos “En política lo que se pague con dinero es barato”, por ende, ¿La democracia es costosa? Sí, sin embargo, el precio de no contar con perfiles probados, parciales e institucionales, como con procesos y mecanismos que fortalezcan el sistema democrático es un precio que como generación pagaremos nosotros y nuestras hijas e hijos. No es adivinanza, es historia.
Recordemos la historia de Países del Centro y del Sur de América, así como de tiranías del viejo Continente, hasta parece que se guían bajo el mismo manual terco, silencioso y exigente. Manual donde domina el espíritu religioso, el fanatismo y la polarización incitada por un resentimiento social.
¿Este es el México que imaginabas hace 2, 3 o 5 años? Como juventudes reflexionemos, exijamos y pongamos atención en los pequeños cambios que pueden transformar enormemente una Nación y no precisamente para bien. Retomando a Touraine “Es el totalismo modernizador y no ya el despotismo conservador el que conduce ahora a las peores catástrofes”. Ministras y Ministros, Representantes, Partidos políticos, nuestra generación lo grita, lo exige.
Tw.@Diego__Chávez