Por: Inés Pardo/ Mujeres Vivas, Mujeres Libres
El día ayer, la cantante Shakira lanzó su nuevo sencillo en colaboración con BZRP, el cuál en menos de 24 horas desató un debate en redes sociales sobre la sororidad y feminismo cuando se enfrentan ante el desamor, la traición y el duelo de una relación.
Shakira siempre ha utilizado las letras de sus canciones para hablar de su vida privada, no es la primera vez que lo hace, desde siempre ha tenido canciones donde habla sobre cómo ella sobre lleva el duelo de una relación y sus diferentes etapas. Con su letra, una vez más, demuestra que las mujeres podemos hablar con sinceridad de lo que sentimos.
Siempre se ha sancionado que las mujeres hablemos de nuestros sentimientos; nos convertimos en las locas, las histéricas, somos muy sensibles, en el peor de los casos, nos mandan a terapia, como si fuera algo malo. En nuestra sociedad, lo aceptado es tener duelos sin mucho ruido, sin molestar; hacerlos rápidos y en privado.
“Si un hombre hubiera hecho esa canción, no se le juzgaría. Al demostrar desde la música cómo se siente nos empodera a todas a hacerlo sin remordimientos” Comenta Angélica Contreras, vocera de Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
Podemos estar o no de acuerdo con el que mencione con un juego de palabras a la nueva pareja de su exmarido, pues atacar a otras mujeres también es una forma de violencia. Sin embargo, no podemos escudarnos en la sororidad para no visibilizar que también las mujeres podemos ser violentas, que las mujeres también podemos traicionar a otras mujeres, que podemos herirnos.
En Mujeres Vivas, Mujeres Libres creemos que todas las mujeres deberíamos de pasar por este proceso de reflexión, de deconstrucción y de identificar la violencia que estamos ejerciendo a otras mujeres y que no por el simple hecho de ser mujeres vamos a justificar.
Es válido que esté enojada, pero es necesario que desde el feminismo también comencemos a darnos cuenta que no por el simple hecho de mencionarnos feministas no vamos a hablar cuando una mujer nos agrede, aunque las formas, siempre serán importantes para no caer de nuevo en más violencia.
Ser sorora es una alianza política. Es una apuesta en donde todas estamos dispuestas a hacer el trabajo de identificar las violencias de las que no queremos ser parte, pero también identificar cuáles son las violencias que ejercemos sobre otras mujeres. La sororidad no es justificar un engaño.
Cuando Shakira ataca directamente a Clara Chía tampoco se deja en muy buen lugar, ya que carga la responsabilidad de su ruptura a la nueva novia de Piqué en lugar de al futbolista. El responsable de mantener y cuidar la relación con la cantante debería ser el ex del Barça. La responsabilidad y la carga recae otra vez en nosotras (en las mujeres de la historia) porque Piqué también ejerció violencia al traicionar su confianza de un vínculo afectivo.
Por supuesto, también se enjuicia el papel como madre, ella “tiene obligación” de medir cada paso por cómo afecta a los hijos este tema. Pero el padre, a este no podemos pedirle responsabilidad afectiva en cuanto a su pareja e hijos.
En Mujeres Vivas, Mujeres Libres queremos abrir la conversación, para que aprendamos a distinguir las violencias que recibimos de nuestras parejas y de otras mujeres, pero también que aprendamos a identificar las que nosotros causamos.