Por: Leovigildo González
No sorprende que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en su afán de protagonismo haya querido llevar «agua para su molino» en la marcha de este domingo, al llevar banderas y playeras del instituto político, cuando la convocatoria fue ciudadana.
El poco tacto político de los perredistas se hizo notar, en la marcha se les había pedido que fueran de blanco o color rosa, sin embargo, los del Sol Azteca fueron de amarillo.
Y es que la marcha no se trataba de un mitín político, o reunión partidista, era en defensa de una causa legítima más allá de colores e ideologías.
Es evidente que el PRD naufraga, sin rumbo fijo y sucumbe ante un Morena avasallador. Pobre partido.