#YoDefiendoLaDemocracia

LIBRE EXPRESIÓN…

Por: Carlos Alberto Monge Montaño.

“Un buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretenda hacerse superior a las leyes”. Cicerón (106 a.C. – 45 a.C.) Escritor, orador y político romano.

La democracia en México está en riesgo. El déspota inquilino de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador intenta tomar pleno control de las instituciones electorales, que, por cierto, gracias a su arbitraje, han permitido la transición en el poder del país, entidades y municipios.

De manera extraña y pese a los triunfos electorales del 2018 y 2021 con el actual Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TFPJF), el tabasqueño y su feligresía pretenden, con su iniciativa de reforma electoral, regresar al país cuando menos 5 décadas.

Recordemos que, desde la oposición, López Obrador celebró la autonomía que logró el Instituto Federal Electoral (IFE), luego INE, pero ahora y desde el máximo poder, con funcionarios y legisladores sometidos e incapaces de cuestionarle algo, así como un ejército en las calles y empoderado en la administración pública del país, ya sólo le falta hacerse de los árbitros electorales y arrebatar la esperanza a las organizaciones civiles.

Así que resulta fundamental la defensa de la democracia desde cualquier trinchera ciudadana, toda manifestación es válida y necesaria. 

Es importante insistir en redes sociales y participar de marchas civiles y pacíficas como la del próximo domingo 13 de noviembre, que tiene sumamente enojado al inquilino de Palacio Nacional, a quien sólo le alcanza para vociferar insultos, que únicamente le ajustan a él, como racista, clasista, hipócrita y antidemocrático.

Defender a la democracia, cuidar de las instituciones y órganos constitucionales autónomos de México, tendría que ser una tarea prioritaria de todos, ciudadanos apartidistas, políticos de tiempo completo e independientemente de su color, todos, incluidos los de Morena. 

No se debe menospreciar que López Obrador llegó al poder y pese a compromisos que hizo desde la oposición, ha violentado marcos legales, incluso los electorales; ha dejado claro que quiere todo el poder, todo el control. Cuidado, pasar del populismo a una condición peor no está lejos cuando el que gobierna ha mostrado condiciones y gusto por los déspotas y dictadores. 

Es tiempo de los ciudadanos. Mantener y fortalecer la democracia, que haya mejores condiciones para todos, no depende de un solo hombre, tampoco de un partido político, implica la participación decidida de todos. Así que sigamos exigiendo a los legisladores de todos los colores para que, por una vez en su trayectoria, prioricen al país y no su pragmatismo.

Que la decepción y enojo provocados por partidos que gobernaron antes no justifique los enormes errores, corrupción y faltas a la ley de los que gobiernan ahora. No se puede perder de vista que el propio López Obrador y muchos de los que hoy están con él, ya gobernaron. ¿Usted también se olvidó de Bartlett?

El propio tabasqueño incumplió leyes electorales para competir por la Ciudad de México, como en su momento lo acusaron sus compañeros del PRD actualmente incrustados en el gabinete federal, como Pablo Gómez.

Defendamos la democracia y sus instituciones antes de que sea demasiado tarde. Y si usted aún no está convencido, observe detenidamente lo que ha sucedido en varios países al sur de nuestro conteniente, compare los pasos que implementaron gobernantes que primero fueron populistas, luego déspotas y dictatoriales, con los pasos que ha dado López Obrador en México en los últimos 4 años.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.

cmongem@hotmail.com 

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