Pinocchio, la trinidad fílmica de Guillermo del Toro

Por: Marco Tavira

Pinocchio (2022)
Guillermo del Toro
Mark Gustafson

Hoy es un día especial en el marco del festival de cine de Morelia; las personas que amamos el séptimo arte, tendremos la oportunidad de emocionarnos hasta la médula con la nueva obra del querido director tapatío Guillermo del Toro: Pinocchio!

Y cuando hablamos de ‘obra’ realmente nos referimos a una Master Piece.

Pinocchio, es un musical de fantasía realizado con la técnica llamada Stop motion.

¿Pero, qué podría ofrecernos esta nueva versión de Pinocchio, y su historia tan conocida?
La respuesta es contundente: se trata de la mas sobresaliente película que se haya filmado sobre el muñeco de madera y su creador, el viejo Geppetto.

Pinocchio de Del Toro es una oda a la pérdida. Un hermoso homenaje a todos los seres que han tenido el infortunio de sufrir la muerte de un ser amado.

Y sin afán de cometer algún spoiler, la escena donde el viejo carpintero pierde a su hijo, y su posterior duelo, es una de las secuencias más desgarradoras y tristes de la historia del cine.
El corazón roto de Geppetto se desangra en nuestro propio corazón.
Ver esta película es sumergirnos en un sin fin de emociones, sensaciones y sentimientos.

En un mensaje grabado y transmitido en la premiere para Latinoamérica desde el FICM; Guillermo del Toro confesó que esta producción fue realizada en un período de quince años, la mitad de su carrera, demuestrando que la animación es arte y no sólo un género hecho para niños, sino un medio para hablar de cosas más profundas, dolorosas y hermosas de manera más adulta.
Una gran parte de la película se filmó en Guadalajara con 65 unidades de trabajo y mil días efectivos de filmación.

Para nosotros, Pinocchio es el cierre de la trilogía sobre el sufrimiento de la niñez por causa de la guerra, donde el fascismo es el tirano, el monstruo que destruye y arruina la vida de los niños que sufren en carne propia las atrocidades de una guerra; y esta trilogía la conforman, además de Pinocchio: El Espinazo del diablo y El laberinto del Fauno.

Esta trinidad fílmica es sublime pero dolorosa, como bien dijo Del Toro, hay dolor, hay cierto humor, hay acción y no son precisamente películas infantiles.

El elemento esperanzador en esta bella fábula, lo tenemos con un personaje entrañable: Sebastian J. Grillo, (Ewan McGregor) quien con su voz en off es el narrador de esta historia, la conciencia de Pinocho, su protector y guía; un personaje divertido y entrañable que a lo largo de la película nos hace reír con sus situaciones trágicas pero que llevan una vena cómica muy disfrutable.

Por si fuera poco, la música es un triunfo más en la película; su score musical va de la mano de cada secuencia de la película, convirtiéndose en un personaje sobrio y elegante que nos conmueve, nos emociona y nos hace más disfrutable la experiencia.

Ni que decir del aspecto técnico; cada detalle visual es de una minuciosidad que alcanza la perfección.
Estamos pues ante una obra trascendental que estamos seguros se recordará por generaciones.

Grande Guillermo del Toro.

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