LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Quien vota a los corruptos los legitima, los justifica y es tan responsable como ellos”. Julio Anguita González. (1941 – 1920) Político español.
La elección interna que realizó el partido Morena el pasado fin de semana, evidenció el miserable uso que hacen de los ciudadanos más necesitados, que lamentablemente tampoco tienen empacho en participar como borregos, sin tener idea de a qué los llevaban, mucho menos por quién iban a votar.
La pobreza y el pragmatismo fueron evidentes.
Pobreza de personas ignorantes y/o en la necesidad, que acudieron a votar en la ilusión de ganar una despensa, dinero, su fe ciega al inquilino de Palacio Nacional o el temor a perder alguna de las dádivas que reciben de los gobiernos federal y estatal.
Pragmatismo de políticos que se mantienen en el poder y que, con evidente uso de dinero público, aprovechan la ignorancia y miseria en que todavía se encuentra la mayoría de los mexicanos.
Fue tan burdo, que otros participantes del proceso, como Raúl Morón y Ana Lilia Guillén, por citar un par de ejemplos locales, acusaron el acarreo, compra de votos y hasta uso de la estructura del gobierno.
No hay nada qué celebrar. Un político con un mínimo de honestidad tendría que reconocer que se trató de un ejercicio majaderamente corrupto. Pero no, al contrario, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla lo consideró un ejercicio “normal” y afirmó que el partido tuvo una “capacidad de convocatoria, de organización en todo el territorio nacional, pues impresionante”. Y remató que de manera general puede señalar que “ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre”.
Y si el primer morenista de la entidad no vio nada, mucho menos todo el séquito de políticos preponderantemente experredistas, que hoy se han apoderado del partido de Andrés Manuel López Obrador en la entidad, como Giuliana Bugarini, Carlos Torres Piña, Elías Ibarra Torres, Cristina Portillo Ayala, Juan Carlos Barragán Vélez y Fidel Calderón Torreblanca, por mencionar a algunos.
No vieron el acarreo, tampoco saben de la compra de votos, jamás reconocerán el uso de dinero público, no se percataron de los videos que evidencian a personas depositando varios votos sin conflicto alguno.
Está claro que el surgimiento de nuevos partidos políticos como Morena, no han abonado en nada para mejorar las prácticas democráticas, ni han dejado de abusar de la pobreza en todas sus dimensiones.
La elección del pasado fin de semana tendría que motivar, cuando menos, a un despabilamiento ciudadano, una alerta ante el cinismo corrupto del partido hegemónico, que tampoco es nuevo, pero que evidentemente intenta regresarnos cuando menos 5 décadas.
Los únicos que ganaron y pueden celebrar son los empoderados, los que viven del erario y lo usan de manera pragmática. Ellos sí porque se sentarán a la mesa de las negociaciones en ese consejo nacional, donde aspiran a que los vea y los tome en cuenta su gurú, mientras esté.
Luego, se harán pomada entre ellos mismos. Ya lo hicieron en el PRD, muchos hoy “morenos” en Michoacán le levantaron la mano a Silvano Aureoles, fueron sus porristas y defensores, ahora reniegan y acusan corruptelas, donde ellos fueron parte. ¿Usted lo ve diferente?
Es la misma clase política que sigue empoderada en la entidad desde Lázaro Cárdenas Batel, pasando por Leonel Godoy… y a nivel nacional no es distinto.
La pregunta clave es ¿qué vamos a hacer los ciudadanos para evitar que la crisis se agudice?
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.