Columna Coliseo
Por: Jorge Osnaya
Hace unas semanas la no aprobación de la reforma eléctrica en el Congreso de la Unión que proponía el ejecutivo, fue motivo de festejo para los dirigentes nacionales y diputados federales del PRI, PAN y PRD, quienes salieron a medios de comunicación durante varios días a cacaraquear, como coloquialmente se dice, el resultado de esa votación, haciendo énfasis en que fueron ellos y su coalición quienes no permitieron que se aprobara dicha reforma.
Este 5 de junio hubo elecciones para elegir 6 gubernaturas, y la oposición ya no tuvo festejo, más bien lo que tuvo fue una resaca de realidad ya que lograron el triunfo solo en 2 entidades, en Aguascalientes con una panista y en Durango con un priista, las otras 4 fueron para la coalición MORENA, PVEM y PT.
El PRI perdió sus bastiones en Oaxaca y en Hidalgo, éste último Estado, llevaba 93 años siendo gobernado por este partido, quedándose solo con 2 gubernaturas, las cuales tendrán elecciones el año que viene y que muy probablemente perderán; el PAN perdió Quintana Roo y Tamaulipas, hoy gobernará solo en 6 entidades, y el PRD no perdió gubernaturas porque no tenían, pero perdió el registro local 3 Estados.
Los moralmente derrotados son los integrantes de la alianza Va por México, quienes no han sabido llamar la atención del electorado con buenos perfiles y propuestas atractivas que beneficien al país, no han sabido hacer las cosas de forma diferente, nadie cree en sus discursos porque siguen siendo los mismos personajes de siempre al frente de la toma de decisiones en lo nacional y en lo local, no hay relevo generacional. Por ejemplo, en Michoacán las actuales dirigencias estatales de los partidos de oposición son dirigidas por ex diputados locales o ex alcaldes, y ya es notorio que estos perfiles que llevan años en política, hoy desde la oposición no han sido capaces de dar resultados.
Ante una oposición sin eco, el reto de MORENA, Verde y PT será enviar a las y los mejores perfiles a la elección estatal del 2023 y a la elección presidencial del 2024, tendrán que ser hombres y mujeres intachables con verdadera vocación de servicio y capacidad para gobernar.