Por: Jorge Osnaya González/ Coliseo
El cáncer que está carcomiendo a Michoacán desde hace mucho tiempo se llama violencia, y es que para todos los que vivimos en esta entidad ya no es raro leer, ser testigos o en el peor de los casos, ser víctimas de algún acto de esta índole; baste decir, que en lo que va del año se han privado de la vida a dos alcaldes, al de Contepec, Enrique Velázquez Orozco el 7 de febrero y el jueves de la semana pasada al de Aguililla, César Arturo Valencia Caballero. A ambos munícipes se les dio muerte a balazos, y en este último caso, a pesar de la presencia importante del Ejercito Mexicano y la Guardia Nacional, que ya se encontraban en Aguililla desde principios del mes de febrero, tratando de terminar con la disputa entre el Cartel Jalisco Nueva Generación y otros grupos locales armados.
Basta sólo con analizar las cifras del mes de febrero en donde Michoacán ocupa el alarmante primer lugar de la lista, ya que, sólo en el segundo mes del año, se cometieron 246 homicidios dolosos, con eventos como el triste acontecimiento de San José de Gracia. Ahí un testigo difundió un video en el que se observa con las manos en alto a un grupo de personas contra una pared, mientras hombres con armas de fuego se encuentran frente a ellos, en donde segundos más tarde, se escuchan los disparos. Es importante señalar que lavaron la escena del crimen y los delincuentes se llevaron los cuerpos, ya que no se hallaron cadáveres, pero sí sangre y casquillos de arma de fuego en el piso. Días después el fiscal señaló que son once los muertos confirmados en esa masacre. Aunado a todos estos sucesos no podía deja de señalar los enfrentamientos que hubo en San Juan Nuevo Parangaricutiro en plena luz del día, los cuales dejaron cinco fallecidos.
Recientemente el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal dio conocer los resultados de un estudio anual que realiza sobre las ciudades más violentas del mundo, en donde por quinto año consecutivo una ciudad de nuestro país es considerada la número uno y desafortunadamente michoacana, ya que Zamora es la que se posicionó como la peor metrópoli en 2021 con 196.63 homicidios por cada 100 mil habitantes; en el octavo lugar se encuentra Uruapan con un porcentaje de 73.40 y en el lugar 34 respecto de 50 se encuentra Morelia con 40.81 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Es muy importante, que como ciudadanos no normalicemos la violencia que estamos viviendo, exijamos la actuación inmediata de las autoridades, y una verdadera estrategia de seguridad que involucre a los 3 niveles de gobierno, para atender estos crímenes. Porque es muy lamentable e indignante ver que hay coordinación de las autoridades para reprimir eventos como la marcha del 8 de marzo, en donde una de las exigencias que se hacen es justo eso, seguridad y justicia, pero no vemos coordinación, voluntad e interés del gobierno cuando municipios enteros son controlados por el crimen organizado, o cuando periodistas son asesinados, o cuando reportan a una mujer más que salió de su casa y nunca regresó. Los mexicanos queremos un gobierno que atienda los problemas verdaderos, no que ande solicitando a otro país la devolución de un penacho.