Por: Leovigildo González
Desde la madrugada de este jueves, decenas de camionetas repletas de hombres armados entraron a la cabecera municipal de San Juan Nuevo Parangaricutiro, sin saber que ahí estaban organizados para responder.
A pesar del arsenal, supuestos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) eran rebasados en número, pero sobretodo atacados por diversos frentes, habían entrado a una trampa sin salida.
Así transcurrieron varias horas, desde azoteas atacaban a los «intrusos», quienes respondían pero sin lograr ubicar con quienes se enfrentaban.
Ya por la mañana, sin miedo, cientos de personas salieron de sus viviendas, y lograron detener a varios de los delincuentes quienes estaban armados con «cuernos de chivo» y fusiles Barret.
De nada sirvieron los miles de cartuchos, en San Juan Nuevo estaban organizados ante la posible irrupción, sabían como actuar y como someterlos sin el apoyo del Ejército o la Guardia Nacional.
Y no, ningún Cártel ha logrado apoderarse de ese pueblo de Michoacán, lo han intentado en decenas de ocasiones sin lograrlo, ahí, no solo saben actuar ante la delincuencia, también administran empresas para que a todos les vaya bien.
En 2014, en el apogeo de las autodefensas de Michoacán, ellos hicieron su propio grupo, armaron a los jóvenes y los capacitaron, no permitieron que nadie más que ellos se hicieran cargo de la seguridad.
Al CJNG se le olvidó que ese pueblo está incluso más organizado que Tepalcatepec, por algo muy sencillo, hay empresas y negocios que unen a todos, hay empleo y los usos y costumbres son lazos muy fuertes.
El saldo, cuatro muertos, y varios detenidos, que fueron sometidos por una orda de pobladores, muchos de ellos armados.