LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Un feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y plena humanidad en mujeres y hombres”. Gloria Marie Esteinem (1934 –) Feminista, periodista y escritora estadounidense.
La colocación de vallas metálicas para resguardar el palacio de Gobierno de Michoacán de las manifestaciones con motivo del Día Internacional de la Mujer resultó una rudeza innecesaria, una provocación y hasta un catalizador de la violencia.
Otros grupos sociales se manifiestan regularmente, causan destrozos, retienen vehículos y hasta choferes, y en pleno centro histórico de Morelia se roban productos con total impunidad; para ellos no hay ni vallas metálicas.
Este 8 de marzo le tocó la primera manifestación de mujeres a la administración que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla. Sin duda, dejaron ir una oportunidad para hacer la diferencia, mostrar empatía y alcanzar acuerdos que permitieran un desarrollo pacífico de las marchas; en lugar de eso, vallas metálicas, distancia, elementos de seguridad, gases lacrimógenos y balas de goma.
Otra vez se salió de control, no pudieron contener la participación de los infiltrados (presuntos normalistas), así que terminó en violencia, manifestantes y periodistas lesionados, además de 28 personas detenidas.
No tengo duda de que las manifestaciones de mujeres que exigen justicia, respeto a sus derechos y libertades, que acabe la violencia de género, que no haya más feminicidios, que se les escuche y atienda, son todavía necesarias.
Las ataduras machistas que no terminamos de erradicar en nuestro México obligan a que las mujeres sigan visibilizando su problemática, su reto, es que puedan hacerlo con pleno respeto al derecho de los demás, de los que tienen una propiedad y de los que están haciendo su trabajo.
Las manifestaciones conmemorativas del pasado 8 de marzo terminaron en medio de errores y con rudeza innecesaria. Que no se repitan.
No perdamos de vista que todos los días son asesinadas 10 mujeres en nuestro México, según la Organización de las Naciones Unidas, sólo esta terrible realidad tendría que ser suficiente para evitar la violencia y que todos los niveles de autoridad estuvieran dedicados a contenerla.
Hay mucho por hacer, pero insistir en la violencia como manifestación, revancha o desahogo, acentuará el encono y la polarización, con ello, lo seguro, es que perdemos todos.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.