Por: Araceli Saucedo Reyes
Ni las murallas nos van a detener, nos van a escuchar, porque a través de ellas vamos a resonar. Esas murallas son las que necesitamos para contener la violencia de género.
Hoy es un día para visibilizar la violencia machista que se sigue padeciendo y el momento para buscar la sensibilización de los problemas de desigualdad a los que las mujeres nos seguimos enfrentando hoy día.
Este importante día, se refiere a las mujeres como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
A 112 años, del inicio de esta lucha, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública son escalofriantes, 11 mujeres mueren al día en nuestro país, como víctimas de feminicidio o por homicidio doloso. Otro tema relevante para mencionar este día es la maternidad temprana que continúa siendo un gran desafío para México y un tipo de violencia que las niñas siguen padeciendo.
Sin embargo, es necesario reflexionar hasta donde hemos llegado y lo que hemos logrado y con el apoyo y respaldo de quien lo hemos obtenido. Esas malas decisiones que se han venido tomando para no escucharnos, no refleja más que falta de sensibilidad, una clara expresión de apatía e interés. Las mujeres exigimos seguridad, igualdad, trabajo, necesitamos contar con servicios de salud integral, las niñas y adolescentes requieren protección, lo que menos necesitamos son murallas sobre barreras. Suficiente tenemos con los obstáculos que en el día a día nos encontramos.
Creo firmemente que se sigue fallando a las mujeres mexicanas, al no poner un alto al incremento que se ha registrado en los casos de todo tipo de violencia. Necesitamos voluntad de querer hacer las cosas, exijamos ser escuchadas y buscar mecanismos de protección.
Estoy convencida que necesitamos tener gobernantes empáticos, solidarios y cercanos, se requiere atención, no es necesario ocultarse detrás de murallas, para defenderse de nosotras, nosotras no somos las feminicidas, no somos las agresoras, están demás esas murallas, exigimos ser ESCUCHADAS, no solo el 8 de marzo, la violencia se vive a diario, a cada segundo.
Considero que el dialogo social ha sido el motor de muchos acuerdos alcanzados, solo requerimos manifestar nuestras necesidades y aspiraciones en base a nuestros derechos humanos.
Nuestras voces las van escuchar, porque ya no vamos a parar.