Por: Marco Tavira
El tema de la maternidad ha estado presente en incontables filmes a lo largo de la historia del cine, pero en la filmografia de Pedro Almodóvar, lo encontramos en la mayor parte de ella con resultados entrañables: Volver, Todo sobre mi madre, y Dolor y Gloria, son algunos destacados ejemplos.
En Volver, Almodóvar eleva a poesía la relación madre e hija. Raymunda, es una madre valiente, fuerte, y tenaz que por proteger a su hija adolescente, enfrenta con tesón un terrible suceso del pasado, hecho que la separó de su madre y que en el presente, por azares del destino —Y por disignios de Pedro Almodóvar— ocurre nuevamente con su hija. La habilidad narrativa del director con apoyo de un guión bien estructurado, permiten el tratamiento de este suceso abominable de una manera natural que fluye con donaire.
El resultado para nuestro gusto es magnífico: te enamoras de la Raymunda, personaje principal de esta película y de paso de quien le da alma y vida; la actriz española Penélope Cruz, actuación por la que merecía por lo menos una nominación al Oscar, premio que obtiene un par de años después por su papel coestelar en Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen, donde además se reencuentra actoralmente con su pareja actual, Javier Bardem.
En este 2022, comparten —Como en una nueva historia de Almodóvar— la honrosa nominación al Oscar; Bardem como mejor actor por el filme estadounidense Being the Ricardos, y Cruz , por Madres Paralelas, la película española más reciente del director manchego.
Madres Paralelas es, al igual que Los amantes pasajeros, uno de los trabajos más inconsistentes de Almodóvar, sobre todo por el pobre desarrollo del guión, y el fatal diseño de sus personajes. Sorprende que por este trabajo, Penélope Cruz, que a pesar de realizar una actuación bastante aceptable consiga la nominación al Oscar como mejor actriz.
La película presenta a Janis (Cruz), una fotógrafa que en plena madurez queda embarazada después de un encuentro ocasional con un conocido. El día del alumbramiento, comparte habitación con Ana, una adolescente que también da a luz el mismo día. Y es así es como llega al mundo Cecilia, su pequeña hija de rasgos étnicos.
La historia continúa de forma lineal hasta que aparece el acostumbrado «giro», pero ya no es inesperado y sí más bien un tanto predecible: un hecho poco probable que Almodóvar ha tomado de cualquier telenovela latinoamericana. Y es en este punto donde la historia se va de picada, alternada además de un extraño tema histórico relacionado con la exhumación de cadáveres de las fosas comunes que datan de la Guerra Civil.
Como reconocimiento a una extraordinaria filmografia, el Oscar sería para Penélope Cruz, pero no por esta película en particular.
Otra película que por estos días ha dado de qué hablar, y que coincidentemente toca el tema de la maternidad pero con un tratamiento más acertado y bien logrado es el filme La hija oscura, de la actriz y ahora directora Maggie Gyllenhaal que sigue a Leeda ( Olivia Colleman), una profesora de literatura que decide tomarse unas vacaciones en un pequeño pueblo costero. Divorciada y con dos hijas, Leeda trata de encontrar un lugar donde hacer un retiro personal y descansar. Sin embargo, aunque trata de desconectarse, no deja de acordarse de sus hijas y de algunas malas decisiones.
Como Madres Paralelas, La hija Oscura, es también una película chocante y vislumbra el lado malo de la maternidad, pero que también es reconocida con tres nominaciones al Oscar, entre ellas la de mejor actriz para Olivia Colleman por dar vida a una mala madre.