LIBRE EXPRESIÓN…
Por: Carlos Alberto Monge Montaño.
“Un buen gobierno es como una buena digestión, mientras funciona, casi no la percibimos”. Erskine Caldwell (1903 – 1987) Escritor estadounidense.
Alfredo Ramírez Bedolla al cumplir sus primeros cien días al frente del gobierno de Michoacán, destacó que comenzó “la reconstrucción del estado, se avanza hacia la estabilidad financiera”, se recuperó la relación con el Gobierno Federal y el apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin lugar a duda, una evaluación de una administración estatal implica demasiadas áreas, así que en un intento por destacar lo más importante, le comparto lo bueno, lo malo y lo feo.
Lo bueno.
Michoacán financieramente está en quiebra, tiene más de tres lustros con presupuestos deficitarios que agudizan la problemática a finales de año, especialmente para pagar la nómina magisterial y las de los poderes con sus empleados de confianza y sindicalizados.
Así que lo bueno del gobierno de Ramírez Bedolla es que logró solucionar el pago de nóminas y ponerse prácticamente al corriente, especialmente con los profesores que tienen plaza estatal.
Le queda el reto para el presente año lograr la Federalización de la Nómina Magisterial, que cada día se aprecia más complicado, pese a ser un compromiso del propio López Obrador. Lo han ido variando paulatinamente y el propio Ejecutivo estatal ha manifestado que, con cambiar la fórmula de las aportación federal y estatal, será suficiente. Así que todo indica, no habrá Federalización a plenitud.
Lo malo.
Indudablemente es que no hay visos de solución a la terrible crisis de inseguridad y violencia que padece la entidad, aunque claro, Ramírez Bedolla apenas lleva cien días al frente, ojalá que pronto se haga notar favorablemente.
Por lo pronto, los enfrentamientos, muertes violentas y asesinatos a plena luz del día, se siguen registrando en demasiados municipios y ciudades.
De acuerdo con los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el 2021, Michoacán se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional con mayor número de homicidios dolosos al contabilizar 2 mil 727, sólo por debajo de Guanajuato y Baja California.
Para colmo, ante la ausencia del Estado de Derecho, grupos de manifestantes siguen con los bloqueos de calles y carreteras, retención de vehículos y robo de mercancías, incluso ante la mirada de las autoridades.
Lo feo.
La incongruencia que evidenció Alfredo Ramírez Bedolla, al impulsar el carísimo reemplacamiento vehicular, pese al discurso que manejó cuando se desempeñó como diputado de Morena y opositor al gobierno de Silvano Aureoles.
Peor aún, que para convencer a los michoacanos de que sus feas placas, eran más baratas que las del 2016, en sus redes sociales hizo comparativos tramposos y exageró el precio de las placas de Aureoles Conejo, como le expliqué en la columna pasada.
Y para colmo, crece entre la población la sospecha de que utilizó un “convencimiento” lamentable para lograr el voto de los diputados, especialmente de los de oposición.
En fin, es un gobierno que apenas comienza y tiene su oportunidad de hacer un poco mejor las cosas que sus antecesores. Esperemos que mejore pronto, que haya total transparencia, cero corrupción y que evite más errores o mentiras con alevosía y ventaja, como lo hizo con sus presuntas “placas baratas”.
Está en las manos de Ramírez Bedolla hacer lo correcto y cumplir por lo menos con su slogan: “honestidad y trabajo”.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.
cmongem@hotmail.com