Por Bryan LeBarón
Hace no mucho tiempo fue anunciada la nueva variante “Ómicron” del SARS-CoV-2, la cual se propaga a niveles «nunca vistos» de acuerdo a las autoridades sanitarias. Es un tipo de COVID muy contagioso, de acuerdo a los expertos en el tema y por cierto, ya llegó a México.
Pero además de éste, estoy completamente seguro que en México existe más de una pandemia. Una que es letal, que mata sin contemplaciones, que deja familias incompletas, que al parecer se contagia entre condiciones de avaricia, ambición, traiciones y ausencia de alma.
Esta pandemia está fuera de control y se llama “violencia”, y para ésta, se ve muy lejana la formulación de vacunas. Tiene los mismos vicios de origen que la del COVID, y son autoridades que han tardado en dimensionarla en toda su magnitud, que se ven incapaces ante lo desconocido y que prefieren no verlo.
La pandemia de la violencia sigue creciendo, sigue dejando mexicanos muertos en las calles, familias destrozadas, sillas vacías en los hogares y un futuro que se ve igual de negro. Hoy nadie podría asegurar que esta situación va a cambiar, más de 100 mil homicidios en el primer trienio del gobierno lo confirman, y como con el COVID, parecen cifras que se quedan cortas de la realidad.
La incapacidad no sólo está en el gobierno federal, hablo también de los municipios, hablo de esas policías que son brazos armados y con placas, de los grupos criminales, que son sus barreras pagadas por los propios mexicanos, esos cuerpos corruptos que tienen la mayor cercanía con la gente, es el mayor pecado de la ausencia del estado y del poco compromiso de los gobiernos.
México y el mundo estoy seguro, van a salir delante de la pandemia del COVID y quedará todo como una página negra de la que se pudo aprender mucho. Pero la pandemia de la violencia sigue creciendo todos los días, y es un problema mundial.
México está enfermo de una violencia sin sentido, que sólo pretende generar miedo entre los pueblos y la gente, porque así conviene a unos cuantos. El gobierno de López Obrador va a terminar, sólo faltan tres años y seguirán los mismos problemas si entre mexicanos no hacemos nada, y mucho pasa, por hacer conciencia y en ser solidarios con el prójimo.
Nos toca desarrollar vacunas para esta pandemia, nos toca ser nuestros propios tanques de oxigeno, nos toca cuidarnos unos a otros, porque ya vamos en ómicron y no sabemos hasta donde pueda llegar.
