Por: Leovigildo González
La falta de Estado de Derecho en Michoacán, ha provocado que pueblos enteros queden a su suerte, ante los embates del crimen organizado, las amenazas, extorsiones y secuestros.
Hoy, Chinicuila es muestra clara de que el Estado no funciona en Michoacán, que de nada sirven las corporaciones federales de seguridad ante los ataques del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que han provocado un éxodo.
El municipio clavado en la Sierra- Costa de Michoacán, está lejos de los reflectores que logren voltear la mirada del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es evidente la falta de estrategia para hacer contención a los grupos delincuenciales que se disputan cada centímetro del estado.
Hace unos días, los 15 policías que tenía Chinicuila, de los cuales solo dos estaban certificados, decidieron renunciar ante las amenazas del CJNG, que mostró poderío al arribar al municipio.
Ni la Guardia Nacional, ni el Ejército y mucho menos la Policía Michoacán han logrado mitigar los estragos de la violencia, la falta de estrategia, es obvia.