Por: Leovigildo González
Han pasado ya tres años, en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador recibió el poder a lo cual llamó «la cuarta transformación», tiempo suficiente en donde no se cansó de echar culpas al pasado sobre los raquíticos resultados.
El principal reto de AMLO al frente de la administración federal ha sido la seguridad, a pesar de las reformas que dieron nacimiento a la Guardia Nacional, una corporación de carácter civil pero conformada por militares y marinos.
Hay que destacarle al Presidente es su narrativa, esa no se ha perdido en estos primeros años, a tal nivel de que se mantiene por encima del 60 por ciento de aceptación.
Otro de los logros, son los programas sociales, a pesar de que no han sido de impacto importante ya que en estos tres años aumentaron los pobres en el país con 10 millones más, algo que preocupa porque se redujo la llamada «clase media».
AMLO ha tenido el control absoluto del Poder Legislativo, la Cámara de Diputados y el Senado le rinden cuentas y en su mayoría de propuestas del Ejecutivo no les cambian ni una coma.
Un presidente popular, pero que no significa que sea sinónimo de resultados.
