Por: Leovigildo González
El inicio de Marco Antonio Tinoco Álvarez al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), está plagada de irregularidades, como nepotismo y hostigamiento a empleadas y empleados.
Al entrevistar a empleados del organismo autónomo han descrito los malos tratos del «ombusperson» al que han sido sometidos.
«Para hablar con Tinoco te quitan los celulares, es una técnica para evitar evidencia de su misoginia y de la forma tan despota en la que se dirige» relataron.
Uno de sus secuaces, es Paulo Quintana (particular de Tinoco Álvarez) y hermano del legislador panista, Carlos Quintana, quien es el que busca operar correr a 40 empleados a través de hostigamiento e incluso amenazas para que firmen renuncia voluntaria.
El nepotismo de Tinoco ha sido con dos de sus sobrinos, Karla y Efrén Álvarez Valdovinos, quienes cobran en la CEDH.
Ante más hostigamiento, quienes han levantado la voz han preferido dejar sus puestos por el ambiente tan hostil que hay en el organismo.
Las denuncias exhiben la forma tan burda de quien debería velar por los derechos humanos de los michoacanos.
Hasta que quede conformada la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso del Estado van a escudriñar los nuevos diputados el actuar de Tinoco Álvarez.