“No es desconocido que, al interior y exterior del Congreso del Estado de Michoacán, sobre todo para gran número de figuras priístas, la ya hoy ex diputada local Yarabí Ávila es una traidora, aunque no es la primera vez que la califican de esa manera, al considerar que se le puso de tapete, que no de alfombra, al todavía gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, más allá de detener en lo particular la aprobación congresista de la venta de bienes públicos. Un estudio a profundidad del perfil de la ex legisladora que inició siendo priísta y terminó siendo neo morenista, nos daría como resultado, en síntesis, que no tiene patria”: Samuel Ponce, periodista.