Michoacán, ¿el alma de México?

Por: Maricela Montero

En las últimas dos semanas han sido asesinadas 10 mujeres en Michoacán. Y sí, también han sido asesinados varios hombres, pero hoy nos vamos a enfocar en nosotras y es que de nosotras nadie habla, por nosotras nadie se inquieta y porque lo más lamentable de todo esto, es que a nosotras nos matan nuestras parejas, nos matan en nuestras casas o nos matan aquellos que se suponen que nos aman.

El histograma de homicidio doloso arroja que en el año 2018 fueron asesinadas 135 mujeres, en el 2019, 163; en el 2020, 207 y en lo que va de este 2021 van asesinadas 140 mujeres. Estos datos nos reflejan que en menos de 4 años la cantidad de mujeres asesinadas se ha duplicado y si bien no podemos decir que todos son feminicidios si podemos asegurar que muchas de estas muertes son a causa de la violencia machista. Y digámoslo de otra manera, la cantidad de asesinos de mujeres se ha duplicado.

Para que un homicidio doloso sea clasificado como feminicidio debe cumplir con ciertas características y especificaciones del tipo penal y muchas veces por falta de pruebas, o por falta de perspectiva y preparación éstos no son clasificados como tal y esto mismo facilita el método para ocultar la violencia feminicida y es el no reportarlo, es decir, catalogar los asesinatos de mujeres como homicidios dolosos y no como feminicidios y lo podemos ver muy simple y claro en las estadísticas de la Fiscalía General del Estado.

De los 135 homicidios dolosos de mujeres en el año 2018, 21 fueron calificados como feminicidios, de las 163 asesinadas del 2019 sólo 13 fueron procesadas como tal; de los 207 homicidios dolosos del 2020, la Fiscalía clasificó 21 como feminicidios y de los 140 homicidios dolosos que van en este año sólo 11 han sido calificados como tal, y esto no es porque la violencia feminicida y machista esté bajando, al contrario, la ola de violencia machista incrementa diariamente, pero a nadie le gusta ni le conviene mostrar esos números, y aun así, sin importar que sean o no calificados como feminicidios, en los ojos de la sociedad si lo son. La clasificación pasa a un segundo lugar pues el mensaje que manda cada muerte de una mujer -que además es habitual queden impunes- es que las mujeres seguimos siendo catalogadas en esa categoría infrahumana que no merece ni justicia ni derechos.

De la mano con la creciente ola de violencia machista, hemos visto la subida de la marea feminista en el estado michoacano y en el país. No pasa un mes sin que veamos una protesta morada, sin que escuchemos a las mujeres gritando por justicia. Y es que no es para menos, en México, vivir se ha vuelto una actividad de alto riesgo; si no te matan por robarte el super que acabas de comprar, te mueres en una obra mal hecha del gobierno, caes en un enfrentamiento entre cárteles o te asesinan por un ajuste de cuentas, pero si además, tienes la desgracia de ser mujer, te matan porque no tuviste la comida lista cuando tu esposo llegó o porque le pediste el dinero de la semana, o porque su equipo perdió, o porque no quisiste tener relaciones sexuales con tu novio, o porque defendiste a tu hija de su padrastro violador, o porque te defendiste respondiendo al acoso callejero. A nosotras en México nos matan por existir, por resistir, por ser mujeres y tratar de vivir con los mismos derechos y dignidad con la que viven los hombres.

Y parece que a nadie le importa, ni nadie dice nada. Los gobernantes siguen enfocados en las elecciones que perdieron, en el dinero que se llevaron y en la secretaría o dependencia que les va a tocar con el nuevo gobierno y así también, los medios están más preocupados por tener likes que por informar. Porque Michoacán es el alma de México y a nadie le importa que a las mujeres nos estén matando.

whatsapp

Deja un comentario