Por: Leovigildo González
La salida de Claudio Mendez del Gobierno y su anuncio para apoyar a Bedolla está plagada de falsos argumentos que no justifican la traición.
Quien fuera 3 años subsecretario de turismo y casi tres años secretario de Cultura, no puede alegar maltrato y menos sentirse ajeno a las responsabilidades de gobernar.
Lo suyo es una expresión de cómo se mueven las rémoras de las élites políticas que mueven los hilos de Bedolla, fieles practicantes del oportunismo.