Por: Editorial
El Presidente Andrés Manuel López Obrador se autoasume como un hombre democrático y de Estado, sin embargo, no lo está demostrando, persigue a opositores y candidatos en una forma burda de involucrarse en la vida democrática del país.
Por el bien del país, AMLO debe sacar las manos del proceso electoral, su partido es evidente que ya no está al mismo nivel que en el 2018 en las preferencias electorales y es normal, siempre hay un desgaste de poder.
Lo sucedido en Nuevo León debe prender los focos rojos de atención en todos los demás estados que tienen elección de gubernatura, tal parece que el Presidente no aceptará una derrota y al perder usará una de sus palabras preferidas «Fraude».
AMLO ya ha dado señales de que no respeta ni las leyes, ni las instituciones encargadas de aplicarlas, hace unas semanas su embestida fue contra el Instituto Nacional Electoral (INE), hoy, usa a la Fiscalía General de la República (FGR), para descarrilar candidatos.
Alguien dígale algo.
Mientras tanto seguirá el #RuidoEnLaRed